En cuanto Jisung vió lo que su novio podía hacer, se sintió aún más seguro, ya que Minho no estaba dispuesto a morir aquella noche, por lo que detuvo el tiempo y junto con Ryujin continuaron en la búsqueda del líder y el resto del equipo.
Corrieron y corrieron con todo lo que pudieron, hasta que de pronto el ruido fuerte de pisotadas los hizo parar, sin embargo se calmaron al ver que eran los demás, quienes habían corrido en grupo hasta ese momento.
— ¡Oh! Mierda. Gracias a todos lo cielos que los encontramos rápido. — manifestó Jisung, para inmediatamente lanzarse a abrazar a Chan con claro alivio.
— ¿Dónde está Minho? — interrogó el líder preocupado.
— ¿Has visto a Yuna o a Lia? — cuestionó Yeji sumamente interesada en sus respuestas.
Ryujin no podía ni imaginar qué tan preocupada podía estar Yeji. Sus hermanos era lo más importante para ella. Siempre había sido así; la familia primero.
— No las hemos visto. — respondió la peli rosa de repente con pena.
— ¿Cómo es que siguieron el camino correcto? — preguntó Jisung confundido.
— Sólo seguimos el ruido. — contestó el líder con simplicidad.
Y entonces, en medio de su conversación, se escuchó una explosión no tan lejana, y de pronto pedazos de piedra casi en polvo y otro tipo de cosas cayeron como lluvia sobre ellos.
— Minho los necesita. Ahora mismo está peleando con un hechicero, que al parecer es el responsable de que esos monstruos hayan aparecido de la nada. — explicó rápidamente Han.
El equipo no esperó ni un segundo más para comenzar a correr, siguiendo los pasos del rubio apresurado.
En cuanto llegaron pudieron ver a Minho flotando varios metros arriba, y en la superficie estaba un hombre alto y de capa negra. Inmediatamente Chan le habló a través de su mente a Jeongin, quien obedeció al instante y encerró con una barrera psíquica a las muchachas junto con Jisung, el cual miró a Yang con el ceño fruncido.
— Oh, por supuesto, ya no les soy útil. — manifestó mientras se cruzaba de brazos.
Hyunjin se acercó a la pared traslúcida y miró a su amigo fijamente. Han también se acercó a él y lo notó conmocionado.
— Necesito que encuentres a mis hermanas. Debemos ir por ellas ahora mismo, pero también debemos hallar la siguiente parte del hechizo. Así que ayúdame, por favor. — pidió como un ruego. Jisung no necesitaba de eso, ya que estaba decidido a ayudarlo aunque no lo pidiera.
Por esa razón, y mientras Minho resistía en la batalla, Jisung intentó concentrarse.
Por otro lado, Seungmin había activado nuevamente sus poderes y comenzó a acercarse al desconocido con grandes zancadas, siendo seguido por Felix y Woojin, quienes decidieron no dejarlo solo, pese a que parecía que no necesitaría ayuda.
— ¿Quién te crees que eres para enfrentarte a mi amigo? — cuestionó con indignación, e inmediatamente Minho, que los veía de lejos, se ahorró el tirar la inmensa roca que tenía controlada por sus manos y se los quedó viendo.
El hechicero giró a ver a Seungmin, y el menor obviamente lo reconoció al instante.
— Chico estrella, me gustaría decir que estoy feliz de verte, pero no estaría siendo sincero. — admitió el mayor con tranquilidad.
— Supongo el porqué. — confesó el menor nada modesto. Debía mostrarse confiado ante alguien tan peligroso.
Yugyeom miró de soslayo a sus demás compañeros, quienes también lo observaban con atención.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
Fanfiction«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
