«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
El viaje había durado lo suficiente como para dejar exhaustos a todos.
Habían caminado un largo trazo subterráneo, y luego pudieron tele-transportarse al alcanzar su límite. Pero no tenían otra opción, puesto que mientras más grande sea la distancia, más peligroso era para Chaeryeong y las hermanas de Hyunjin.
En cuanto llegaron al reino Seung, fueron recibidos como lo que eran. Como parte de la realeza.
Inmediatamente se le concedió una habitación a cada uno, y tras la corta conversación que Seungmin mantuvo con sus padres, todos se reunieron en la sala principal, donde se le prohibió estrictamente a todos el ingreso.
— De acuerdo. Según la hora que es, y por lo cansados que estamos, creo que podemos dejar esto para más tarde, ¿no creen? — habló el líder con decisión.
— Pienso que es mejor no perder tiempo e ir de una vez por la parte del hechizo que nos falta, antes de que Jungkook intente hacer algo. — opinó Seung desde su posición.
— Pero uno de sus amigos está herido, ¿no? . . . ¿Crees que quiera hacer algo más después de lo que pasó? — cuestionó Jeongin sin estar seguro.
— Jungkook no es alguien que se rinde fácilmente-
— Yo me siento cansada también, Seungmin. — irrumpió Chae de repente, ganando la atención de los reyes. — Quiero ir a ver a mi padre. Después de eso podemos ir por la parte del hechizo. ¿Ustedes qué dicen? Pueden descansar mientras yo voy a mi casa.
— Chaeryeong-
— Sólo serán unos minutos, Min. — insistió la castaña.
— Pero estarás poniéndote en peligro.
— Puedo . . . — quiso decir que podría cuidarse sola, pero decidió irse por lo seguro. — Puedo ir con el rey Kim. ¿Verdad, majestad?
De repente todos miraron a Woojin, quien al conectar miradas con Chae, sólo asintió sin problema. Ryeong sonrió satisfecha.
— Estaremos bien. Volveré antes de que anochezca, lo prometo. — comenzó a decir mientras se alejaba del grupo junto con Woo. — Descansen, majestades. No se preocupen por mí. — y tras decir ello abrió la puerta, esperó a que el rey salga primero, y entonces ella salió, cerrando la puerta tras de sí con fuerza.
Seungmin sabía que Woojin la cuidaría, y que Chaeryeong había extrañado a su padre todo ese tiempo, pero por alguna extraña razón, ese momento parecía ocultar algo más. Algo que lo dejó pensando angustiado.
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Lee aún no podía creer que había comenzado a confiar en ellos, y es que, cuando le dijeron que debían viajar a otro reino, él temió de que lo estuvieran alejando aún más de su hogar, pero cuando ese tal Chan le explicó todo con paciencia, y Félix y Jeongin le prometieron que todo estaría bien, no tuvo más opción de aceptar todo con resignación.