DxD : Las Sagradas Crónicas de Baator [1]

Capítulo 37

Me paré en el balcón del Castillo Fuerig, supervisando cómo se reunía mi ejército. Decenas de miles de soldados, vestidos con armaduras negras, sosteniendo lanzas, lanzas o alabardas, que parecen listos para la guerra.

Estaban organizados en formaciones de apariencia ordenada, esperando la orden de marchar.

"Esto será difícil". Pensé en mi cabeza.

[Los cálculos están hechos. He preparado diecisiete escenarios posibles, que son los principales. Los escenarios secundarios podrían rondar los cincuenta.]

Sonaba la voz de un Arquitecto en mi cabeza.

"Mmm...". Murmuré.

Después de casi treinta minutos, todos mis soldados estaban reunidos, esperando pacientemente a que se abriera la puerta de teletransportación. Era un hechizo de teletransportación a gran escala que a menudo se lanzaba para transportar a una gran cantidad de personas.

[La Torre Mágica se ha autodestruido. El conteo aproximado de muertes de los Ángeles Caídos es entre 8,000 y 12,000.]

Dijo Arquitecto, mientras apretaba los dientes.

Han abierto una brecha en la Torre, que no era exactamente algo que quería escuchar, cada una de esas Torres Mágicas requirió muchos recursos y tiempo para construir, pero, por desgracia, al menos causó suficiente daño al enemigo.

"Lanza la puerta".

Le dije a los magos operativos detrás de mí mientras comenzaban a lanzar la magia de teletransportación a gran escala para abrir la puerta al lugar donde estaba Fallen.

Muy pronto, la magia ambiental en el aire surgió, y muy pronto apareció la Puerta transparente.

"Por el inframundo, por la raza del diablo y por la muerte de los caídos".

Grité mientras agarraba mi guadaña y la lanzaba hacia la Puerta; Desaté mis cuatro pares de alas diabólicas, lo que significa mi fuerza de Clase Máxima, y ​​aumenté significativamente la moral de los soldados mientras conducía a mi ejército hacia el portal.

El lugar donde se abrió estaba a diez kilómetros de la Torre Mágica para que pudiera preparar una emboscada a los Caídos.

"Implementar el plan 10".

El Plan 10 fue uno de los escenarios que calculó el Arquitecto. Envié instrucciones mentales a los Comandantes de División sobre qué hacer. Tenía 100.000 Soldados, de los cuales casi todos eran de Clase Media y dos mil quinientos de ellos eran de Clase Alta.

El plan 10 era sencillo. Me convertiré en un objetivo y atraeré a Fallen golpeándolos con fuerza con magia de nivel estratégico mientras mi ejército se esconderá. Debido a las enormes fluctuaciones en la magia ambiental, será imposible que Fallen lance correctamente los hechizos de detección y, bajo el caos de mi Magia de Nivel Estratégico, ni siquiera tendrán tiempo.

Cuando los últimos soldados salían de la puerta de teletransportación, comencé a lanzar los hechizos. Hechizo de nivel estratégico, Chain Dragon Lightning de alto rango de nivel estratégico. Muy pronto, un enorme fantasma parecido a un dragón hecho de rayos puros se materializó sobre mi cabeza, con más de cincuenta metros.

"Que comience el baile".

Murmuré mientras liberaba el hechizo, en la dirección que estaba llena de Caídos heridos y ilesos.

Aparentemente, después de la autoexplosión de la Torre Mágica, decidieron recuperarse un poco, lo que en realidad fue bueno para mí, ya que estaban desprotegidos.

Cuando disparé un hechizo Chain Dragon Lightning, inmediatamente comencé a lanzar otros dos a la vez. Gracias a mi dominio sobre la magia de Nivel como su inventor, el impulso de Rosenkreutz y, recientemente, mi Nombre Verdadero, su uso de Energía Demoníaca para un hechizo de este nivel fue de alrededor de 10 Unidades, lo que puede parecer mucho.

Aun así, para una magia tan destructiva, no lo era.

Además, mi regeneración fue tan temible que tuve reservas completas de energía demoníaca en los siguientes seis minutos. Eso también era parte de la ventaja de mi Nombre Verdadero; como Will of the Underworld lo concedió directamente, obtendría muchas bonificaciones pasivas cuando peleara en Underworld.

Esto era algo que solo tenían unas pocas existencias. Principalmente aquellos que fueron bendecidos por la Voluntad o tenían Divinidad relacionada con el Inframundo.

***

Del lado de los Caídos.

El General de los Ángeles Caídos estaba parado frente a sus Comandantes de División, dándoles varias órdenes hasta que sus ojos se animaron un poco.

"¡Ataque!". Gritó, pero el hechizo ya había golpeado, y muy fuerte.

Cuando el enorme dragón relámpago de varias decenas de metros de largo se estrelló contra la multitud de Ángeles Caídos; evaporó cientos de ellos en un solo golpe.

Para alguien como el General o sus Comandantes de División, pudieron evadir el hechizo, pero otros Caídos, especialmente los heridos o los que estaban descansando, fueron asesinados.

"¡Otros dos! Debería ser mago de clase suprema, pero no reconozco el tipo de hechizo... probablemente demonio".

Dijo el General, mientras comenzaba a ordenar a los Ángeles Caídos que se movilizaran, mientras dos dragones de rayos golpeaban diferentes partes del entorno donde estaban los Caídos, matando a innumerables de ellos en el proceso.

"Nos está atacando desde la distancia. Si lanza más hechizos problemáticos... ¿cómo van nuestras pérdidas?"

Preguntó el General mientras miraba a su alrededor, mientras Fallen se recuperaba rápidamente del ataque de la emboscada.

"Puedo sentir que cinco mil fueron asesinados".

Fallen informó que era experto en magia.

"Maldición. Reorganícense rápidamente antes de que comience a bombardearnos con más hechizos. Necesitamos matarlo; tomaré a la mitad de los soldados para atrapar a este demonio".

Ordenado General de la Legión Caída.

***

"Hmm... son igualmente arrogantes para la nobleza diabólica, pero eso es bueno".

Me dije a mí mismo mientras observaba todo el caos, la destrucción y la muerte que había causado con solo tres hechizos de nivel estratégico. fue maravilloso

"Les enviaré uno más... pero a los que quedaron allí".

Murmuré mientras lanzaba otro hechizo Chain Dragon Lightning; después de que se lanzó, también ordené a varios comandantes de división que tomaran la mitad del ejército y regresaran a la Torre Mágica para matar a los caídos restantes allí, ya que vi que el general de la legión tomó a la mayoría de los caídos para perseguirme. Los que se quedaron atrás fueron solo alrededor de 20,000, y la mayoría de ellos resultaron heridos.

También lancé algunos hechizos defensivos sobre mí mismo para crear una barrera a mi alrededor, para que los Caídos se concentraran en la barrera y luego pudieran ser emboscados por mis soldados.