DxD : Las Sagradas Crónicas de Baator [1]

Capítulo 55

Mientras volábamos alrededor del Gigante Eldritch, que estaba enojado tratando de atacarnos en vano, era evidente que el Gigante Eldritch parecía preocupado y bastante enojado. No pudo derrotarnos a ninguno de los dos, ya que éramos bastante buenos esquivando sus ataques, y también lo estábamos reteniendo constantemente para que no pudiera comandar a la horda de goblinoides.

Vi que los dos Golems de carne que se crearon a partir de los cadáveres de los bárbaros humanos de clase suprema estaban en desventaja contra dos jefes orcos de nivel general, pero eso era comprensible, ya que solo eran zombis sin cerebro con un poder colosal.

Afortunadamente, el general Borke Zagan logró matar al chamán orco en un tiempo relativamente corto y comenzó a comandar directamente a sus dos Golems de carne.

Al mismo tiempo, el general Amyke estaba causando estragos entre los goblinoides, lanzando hechizos aquí y allá, masacrándolos como repollos, haciendo ríos de sangre.

Lo que no me gustó fue que mis soldados empezaron a morir más rápido. Algo no placentero pero inevitable. La mayoría de los hombres y mujeres nunca participaron en la guerra, por lo que esto al menos los fortalecería hasta cierto punto, pero vi que había perdido decenas de miles de soldados, así que eso fue suficiente.

Creé varios portales de Luz Oscura cuando Venelana se colocó detrás de mí y comenzó a concentrar el Poder de la Destrucción en tres orbes. De repente, cuando el Gigante Eldritch se acercaba, salieron disparadas cadenas de Luz Oscura, enroscándose alrededor del Gigante Eldritch como una serpiente, sin permitirle moverse ni una pulgada.

El Gigante Eldritch parecía enojado mientras intentaba romper las cadenas en vano; a su vez, incluso estaba siendo quemado por las Cadenas de Luz Oscura. Mientras luchaba en la trampa que le lancé, Venelana terminó con sus orbes de Poder de destrucción, y comencé a crear una Dark Light Spear altamente comprimida con una gran parte de mis reservas.

No era enorme, más bien pequeño, solo dos metros de largo, pero tenía una concentración de energía de 80 Unidades, que era una cantidad aterradora. Cuando los orbes del Poder de la Destrucción golpearon al Gigante Eldritch, él gritó de dolor al ver cómo su piel y sus músculos se disolvían; aparentemente, la Defensa Arcanica estuvo rota por algún tiempo, dándome un tiempo precioso.

Cuando vi al Gigante de Eldritch retorciéndose de dolor, mientras gritaba por el dolor que le causaban sus heridas, le lancé la Dark Light Spear, que incluso impulsé con un hechizo de relámpago para darle una velocidad aún mayor.

La Dark Light Spear disparó con velocidad y ferocidad como un rayo de tribulación mientras apuntaba a la cabeza del Eldritch Giant, perforando su cabeza de una sola vez.

Después de varios segundos, cuando estaba seguro de que el enemigo ya estaba muerto, liberé las Cadenas del Cielo, como llamé a esa técnica, dejando caer el cadáver del poderoso Gigante Eldritch en el suelo.

Cuando el cadáver cayó al suelo, un silencio sepulcral se apoderó del campo de batalla. Dos goblinoides restantes de nivel general, dos jefes orcos se miraron antes de asentir en silencio; comenzaron a retirarse cuando otros goblinoides comenzaron a gritar y luego a huir.

En total, cinco potencias de Nivel General cayeron aquí, incluido el líder que era Gigante Eldritch de Nivel General, por lo que cuando la horda perdió a sus líderes, hicieron lo mejor que pudieron. Correr.

Corre como el infierno.

Pero yo no estaba dando ninguna oportunidad.

Miré a Venelana y al General Amyke, quienes detuvieron su ataque y volaron hacia mi posición mientras todos volábamos hacia dos Jefes Orcos de Nivel General que los perseguían. Lo mejor sería matarlos aquí, para que no puedan volver atrás y reorganizar sus fuerzas, dando resistencia al conquistarlos.

Mientras tanto, con la moral elevada, mis Legiones comenzaron a perseguir a los goblinoides que huían, matándolos con facilidad. Los cuerpos de goblins, orcos, bugbears y hobgoblins se acumulaban en pequeñas colinas a una velocidad tremenda.

Después de perseguir durante varios minutos, Venelana logró matar a uno de los Orc Chieftains explotándole la cabeza con Power of Destruction, mientras que el General Amyke mató a otro, mientras lo sujetaba con una de mis cadenas.
Debo admitir que eran bastante buenos para huir.

Con respecto a qué hacer con dos cadáveres, se los dejé al General Borke Zagan, ya que serían útiles y podrían crear otros dos Golems de carne de última clase aumentando su poder varias veces.

El asedio del Paso del Valle de la Calavera había terminado y habíamos ganado. Con la muerte de todas esas potencias de nivel general, prácticamente todo el subcontinente Ewor estaría bajo mi dominio en varios días, como mínimo.

Ahora lo único era limpiar el campo de batalla; Fui y almacené el cadáver del Gigante Eldritch en mi almacenamiento dimensional, ya que quería usar Devorar en él; ese aumentaría significativamente mi poder.