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Capítulo 10

Pegados¹

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La mayoría de la gente del pueblo iba a la ciudad imperial a vender sus pertenencias en el mercado, o a enviarlas a la tienda donde trabaja Shen Hong, así que todos llevaban mucho equipaje para el largo viaje, y apenas había lugar para sentarse.

Shen Ruo y Gu Yun eran los únicos que parecían ser la excepción, pues no llevaban nada grande consigo, como si fueran de visita a la ciudad.

Gu Yun vio a Shen Ruo caminando de lejos, sólo ayer había cambiado su opinión sobre él, pero al verlo hoy de nuevo, no pudo evitar mirarlo unas cuantas veces más.

Entonces Gu Yun observó cómo Shen Ruo subía al vagón de ganado, los ojos de Shen Ruo observaron el vagón y finalmente miró el lugar vacío a su lado.

¿Será que quiere sentarse solo? Pensó Gu Yun.

Shen Ruo miró el vagón y vio que estaba realmente abarrotado y sólo quedaba un poco de espacio al lado de Gu Yun, así que caminó hacia el hueco donde se amontonaba la mercancía y se sentó a su lado, manteniendo la distancia de un puño.

Gu Yun frunció ligeramente el ceño, pero no dijo nada.

Shen Ruo había estado despierto toda la noche gracias al pequeño Wonton, y a esas horas ya había amanecido, por lo que tenía sueño. El vagón de ganado brincaba con fuerza por las piedras del suelo, haciendo que su trasero se entumeciera por el impacto.

La distancia de un puño se convirtió rápidamente en un milímetro, y Gu Yun se apartó sin dejar rastro.

Shen Ruo miró al protagonista masculino con expresión de "no te pegues", por lo que sintió disgusto hacia él y de repente se sintió molesto.

Dijo:

- Gu Yun, solías gustarme y por eso te perseguía, pero ahora creo que fui demasiado ignorante. Lamento todos los problemas que te cause.

Gu Yun le miró asombrado, como diciendo: "¡No puedo creer que lo supieras!"

Los oídos de la gente de alrededor se agudizaron instantáneamente, al recordar los frenéticos intentos de Shen Ruo, y las caras de todos se calentaron.

- Ejem... no pasa nada. - Dijo Gu Yun entrecerrando los ojos.

Esta pretensión de generosidad hizo que a Shen Ruo le picaran los dientes de rabia, diciendo que no pasa nada, cuando probablemente estaba maldiciendo en su corazón.

Aunque no había terminado la novela, Gu Yun era el protagonista masculino, y si era capaz de lograr un resultado positivo con la poco ortodoxa heroína, entonces no debería ser tan decente como aparentaba.

Shen Ruo continuó:

- A partir de ahora no te molestaré más, no te preocupes.

- Mmm. - Gu Yun asintió, indicando que lo sabía.

- ¡Espérenme!, ¡espérenme! - Un encantador grito llegó desde la distancia, y el conductor detuvo a los bueyes.

Tan pronto como Shen Ruo escuchó la voz, supo que era Shen Ziying, y cuando se encontrara con el héroe, la heroína definitivamente aparecería también.