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Capítulo 162

Pequeño taller de telas

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Cuando Shen Ruo volvió a casa, aún no había recuperado el aliento, pero escuchó el ruido de la gente, parecía que su madrina había traído a muchas personas.

Volvió solo, porque Gu Yun tenía algo que hacer, dijo que iba a la ciudad. Shen Ruo no hizo muchas preguntas, sólo le dijo que fuera con cuidado.

Shen Dashan y Shen Feng fueron a la montaña Cabeza de Tigre para recolectar bambú, se llevaron el vagón de bueyes, mientras los bueyes andaban por ahí, pero necesitaban la carreta para llevar los bambúes.

Gu Yun le dijo que un conocido suyo vino a la ciudad, y que había quedado en acompañarlo a dar un paseo.

Los dos se separaron y Shen Ruo finalmente se enteró que de que Gu Yun iba en dirección a su casa en la mañana porque quería verlo.

Es bueno que pase un rato con sus amigos y familiares, pero tenía la sospecha de que Gu Yun estaba ocultando algo.

El origen del dinero que gana Gu Yun, probablemente provenga de lo que sea que vaya a hacer en la ciudad.

Pero Gu Yun es una persona honesta, y Shen Ruo confía en que no conseguirá dinero de forma ilegal, en cuanto a por qué no le dice, ¿quizá se deba a que otras personas no se lo permiten?, ¿o será por algo más?

Como Gu Yun está dispuesto a dejarle la mayor parte del dinero, significa que revelará este asunto en el momento oportuno, y también quiere decir que Gu Yun tiene la capacidad de mantenerlo a él y a su hijo.

Pensándolo de esta manera, Shen Ruo sintió que no había necesidad de preguntar más.

Así que hasta ahora, sobre el trabajo de Gu Yun, Shen Ruo no hizo ni una pregunta. Pero su mente no está exenta de especulaciones, por lo que no había necesidad de hablar con Gu Yun para confirmarlo.

Rápidamente, caminó dos pasos y empujó una puerta de madera oculta, vio que su casa estaba muy animada, con la parte delantera llena de gente.

Muchas de las personas eran mujeres y ge'ers conocidos y desconocidos del pueblo, también estaban Xin jie'er, Qiao jie'er y Shen Shui.

Ahora estaban sentados en unos taburetes, tomando el cálido sol después de un día de lluvia, todos estaban hablando mientras esperaban a Shen Ruo.

Ahora que vieron a Shen Ruo, inmediatamente dejaron de hablar, y algunas tías entusiastas se levantaron y lo saludaron.

— Ruo ge'er, ¡ven rápido!, estábamos hablando de ti.

Qiao jie'er se levantó y caminó rápidamente hasta situarse junto a Shen Ruo. El temperamento de Xin jie'er es más explosivo y sus palabras estaban llenas de emoción.

— ¡Ruo ge'er, he escuchado a la tía Zhou decir que vas a abrir un taller!, ¿podemos unirnos?

Qiao jie'er quiso preguntar, pero Xin jie'er fue más rápida, su rostro se puso rojo.

Las tías de alrededor también lo miraron, con sus ojos llenos de expectación, todos tenían la misma intención de preguntar.

Shen Ruo estaba siendo observado por muchos pares de ojos, y las comisuras de su boca almacenaron una suave sonrisa, afirmando:

— Mmm, abriré un pequeño taller de telas.

Los pequeños talleres y las fábricas no son comparables, las fábricas son donde los obreron vienen a trabajar a cambio de un salario, sin embargo, un pequeño taller le permite obtener más beneficios, los trabajos son hechos a mano y tienen un período de tiempo establecido.