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Capítulo 62

Jalones extremos en el tribunal público

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— ¿Imposible qué? — El magistrado resopló fríamente. — ¿seguirás diciendo que no reconoces la hierba ZhaoYan?

Shen Meidong estaba demasiado sorprendida, y sólo entonces se dio cuenta de que había perdido la voz cuanto intentó gritar.

Inmediatamente sacudió la cabeza:

— ¡No reconozco esa cosa, no es mía en absoluto! No pueden arrancar unas cuantas hierbas y llamarlas pruebas físicas, ¡¿verdad?!

El magistrado dijo:

— Esto se encontró en las vigas de su casa.

Shen Meidong gritó:

— ¡Imposible!

— No voy a calumniarte. — El magistrado con sólo ver su reacción pudo saber que esta persona debe saber qué es la hierba ZhaoYan, sobre todo porque parecía tan segura al decir que no podían ser pruebas físicas.

Fue ahora cuando Shen Meidong sintió miedo, ¡¿de dónde demonios había salido esta evidencia física?!

¿Podría ser que alguien estuviera intentando hacerle daño? Si no, ¿por qué habría hierba ZhaoYan en su propia casa? Después de dársela a un hombre, ya no la tenía en sus manos, ¡estas hierbas ZhaoYan no eran suyas en absoluto!

En este instante, no podía defenderse, la evidencia física estaba justo delante de ella, y no se le permitía seguir discutiendo.

El magistrado dijo:

— ¿De dónde has sacado esta hierba ZhaoYan?

Shen Meidong sólo conocía el miedo, y todo su cuerpo temblaba como un colador.

— Yo... ¡yo no sé de dónde han salido esas hierbas!, ¡ni siquiera son mías!

Cuando el magistrado vio que aún se atrevía a negarlo, dio un golpe en la mesa y dijo enojado:

— ¡Mujer venenosa! Las pruebas están ahí y ¿aún te atreves a nergarlo? Si no son tuyas, ¿de quién son?

Shen Meidong estaba asustada como si fuera una niña pequeña y entró en pánico, pero sabe en su corazón que no se saldrá con la suya. ¡El magistrado presentó esta hierba ZhaoYan que no es suya, pero se encontró en las vigas de su propia casa, entonces debe ser alguien que intencionalmente quiere hacerle daño!

Si hay alguien además de ella que sabe de la hierba ZhaoYan, ¡entonces esa persona será...!

Shen Meidong pensó en alguien, sus ojos ardieron de ira y gritó:

— ¡Shen Ziying me dio esa hierba! Su Señoría, realmente no sé nada, ¡por favor perdóneme! Esa hierba realmente no es mía, ¡cúlpela a ella!, ¡sí!, ¡todo es su culpa!

Inesperadamente para algunos, esto implicaba a Shen Ziying, Gu Yun se sorprendió por un segundo, pero luego recordó que Shen Ruo le pidió a Lan Fan que le ayudara a investigar a Shen Ziying. Resulta que ella realmente se metió en un problema.

Shen Ruo no pensó que hubiera un descubrimiento tan inesperado, estaba preocupado por no saber como atrapar a Shen Ziying, ¡pero Shen Meidong ya la ha acusado!

El magistrado pensó para sí: Hay una fuente natural de esta hierba, no puede aparecer de la nada. Ahora que sabemos de dónde viene, ¡no podemos dejar que la persona que la proporcionó siga haciendo maldades! Shen Meidong sabía que el magistrado naturalmente no creía todo, pero ahora, Shen Ziying debe ser convocada.