Capítulo 42

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Quejas de hombres

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¡Shen Ruo se sorprendió cuando contó los artículos! ¿Quién iba a imaginar que podrían fabricar todas estas cosas en un día?

Era más rápido que la cadena de montaje de un fabricante, y una cadena de montaje sólo producía un tipo de cosa, pero aquí tenían tantos tipos de productos diferentes.

— Gracias a todos por esfuerzo y trabajo duro, son muy buenos en su oficio.

Cuando terminaban sus trabajos, iban con Li Shantao para que los inspeccionara y confirmara si estaban listos, y ahora Shen Ruo sonreía mientras miraba la pila de cosas, se habían usado los noventa catties de tela, y no quedó ni un solo retazo.

— No es un trabajo duro, sólo estamos haciendo esto por diversión, y tú ya nos han regalado congee, agua azucarada y peras. — Dijo alegremente Liu Sanninag.

Las mujeres dijeron:

— No seas educado, ya nos has dado comida y bebida, ¿para qué hacer este favor tan pequeño?

El agua con azúcar morena no estaba para nada insípida, sino que era muy dulce, al igual que las peras, ¡y el congee con brotes de bambú olían y sabían tan bien que algunas estaban planeando preparar el platillo según lo que les enseñó Shen Ruo en cuanto llegaran a sus casas!

Shen Ruo dijo:

— No estoy siendo educado con mis tías, han sido de gran ayuda para mí. Quiero vender estas cosas en la ciudad imperial.

Una de las mujeres lo felicitó:

— Creo que todas estás cosas son lindas y útiles, Ruo ge'er tienes una mente brillante.

— ¡Entonces habrán muchas personas que quieran comprarlos, si a mi familia le sobra dinero, me gustaría comprar algo!

Shen Ruo dijo:

— Puedes hacer estas cosas usted misma si aún le sobra tela en casa.

Todos estaban un poco sorprendidos, por que a fin de cuentas, son ideas de Shen Ruo, e iba a venderlos, así que, ¿cómo iban a hacerlo por su cuenta? Por mucho que lo quisieran, no era una buena idea, sería demasiada pérdida para Shen Ruo.

Cuando Shen Ruo las escuchó, sonrió y dijo:

— Está bien, estás cosas son fáciles de imitar y cualquiera puede venderlo, pueden hacerlas por su cuenta para ustedes mismas, consideren que están haciendo publicidad y de esa manera me ayudan con mi negocio.

— Pero... — Las mujeres estaban algo conmovidas, pero indecisas. El deseo y la cordura pendían de un hilo.

Shen Ruo dijo:

— Trataré de vender esto primero para ver como funciona, si se venden bien, ustedes también pueden hacerlos e ir a vender al mercado.

El movimiento de Shen Ruo fue también el intento de reclutar a un conjunto de pueblerinos; tenía muchas formas de hacer dinero, y no necesariamente tenía que usarlas para conseguir dinero. Pero la gente del pueblo es diferente, especialmente estas mujeres, las niñas y el ge'er, que simplemente no tienen mucho derecho a hablar en ésta época.

CDGDZQYZZ [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora