Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 258: Engañado por ella (2)

"Sin embargo, tu veneno solo es efectivo con la gente común. No es lo suficientemente potente como para afectarme..."

Le costó un poco hablar. Desde el interior de su manga colgante, la sangre verde profunda seguía goteando, gota a gota. Al principio, el color de la sangre era verde, pero poco después, la sombra profunda del verde se volvió más clara y ligera hasta que el color volvió a un color carmesí normal.

Era evidente que estaba envenenado, pero en un instante, el veneno fue desintoxicado...

Las cejas de Ning Xuemo se elevaron ligeramente. Ella temerariamente sonrió, "Mi objetivo original no era envenenarte..."

A pesar de sus palabras, estaba maldiciendo en voz alta internamente en su mente. Su veneno fue lo suficientemente potente como para provocar el colapso de un dinosaurio, pero fue completamente inútil contra ese hombre...

El hombre vestido de rojo fue capaz de forzar el veneno en un instante. Él comenzó a avanzar un paso a la vez, "Entonces, ¿cuál fue tu intención?"

"¡Quédate allí!" Ning Xuemo parpadeó, su palma presionó las cuerdas del guqin. El guqin soltó un sonido penetrante como si no pudiera manejar la presión de su mano.

El hombre se detuvo repentinamente, habló, con los labios fruncidos, "¡Si te atreves a dañarlo incluso un poco, inmediatamente te arrancaré 1 000 pedazos!"

"Retrocede 8 pasos obedientemente, luego discutiremos adecuadamente."

La palma de Ning Xuemo no dejó las cuerdas, por dentro, dejó escapar un suspiro de alivio. 'Este bastardo sangriento está preocupado por este guqin.' No fue inutil en hacer un movimiento tan peligroso.

El hombre simplemente retrocedió, sus movimientos tan lisos como el agua que fluye. Retrocedió exactamente 8 pasos, no uno más o menos "¿Qué quieres discutir conmigo? Pero primero, tienes que soltar las cuerdas del guqin..."

La palma de Ning Xuemo se levantó débilmente y ya no hizo más presión en las cuerdas, pero su mano todavía estaba en contacto con las cuerdas. "Negociemos las condiciones nuevamente. No juegues ningún truco. Ya sabes de mi destreza con la espada antes. Aunque podría no ser capaz de matarte, todavía tengo fuerza suficiente para destruir fácilmente este guqin".

El hombre había experimentado sus trucos antes y sabía que las palabras de esta chica no eran amenazas vacías. Su fuerza difería enormemente de lo que había estimado. ¡Fue simplemente más allá de lo que había imaginado!

Bajó ligeramente los ojos y de repente preguntó "Antes no sacaste tus poderes mentales. ¿Qué era eso?"

La esquina de la boca de Ning Xuemo se elevó, "¡Sin comentarios!"

Algunas cosas, cuanto más seguía siendo un misterio, más darán nacimiento a las aprensiones. Mientras menos gente supiera sobre ella, mejor.

'¡Qué chica tan astuta!'

El hombre vestido de rojo ya no preguntaba por eso. Él simplemente la observó, luego dijo "Niña, eres muy brillante. Te admiro mucho..."

Un destello brilló dentro de sus ojos esmeralda. Cuando miraba a alguien, parecía que su dulce mirada los atrapaba...

Little Apple que estaba parado al lado de Ning Xuemo lo miró con miedo de que se moviera. En el instante en que su mirada se encontró con sus ojos, su cerebro de repente se volvió estúpido mientras su cuerpo se balanceaba.

¡Ning Xuemo pisó directamente su garra sin dudarlo!

El dolor repentino apareció de repende, despertándolo. Miró con odio al hombre.

"¡Hipnosis! ¡Despresiable!" Ya no se atrevía a mirar a los ojos del hombre.

El hombre vestido de rojo levantó levemente las cejas cuando la sorpresa se reflejó en sus ojos.

Sus ojos fueron bendecidos con la capacidad de hipnotizar a la gente. Hace varios miles de años, quién sabe cuántas personas hipnotizó con su mirada y murió por sus manos. Nunca esperaba que hubiera una niña que pudiera resistir su hipnosis hoy. Además, aún tenía la energía para ayudar a su mascota...

'¡Esta niña no es simple!'

"¿Por qué mi hipnosis fue ineficaz contra ti?" Como su mente tenía curiosidad, inmediatamente preguntó.

Los hoyuelos aparecieron en sus mejillas cuando ella simplemente sonrió. Esta vez, ella no le respondió.