Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 347: El guardaespaldas que vino a la puerta

Ning Xuemo se burló. ¡Parecía que el emperador Le Xuan imaginaba a su Little Apple y casi logró alistarlo bajo las posesiones de la familia imperial!

"Little Apple, los humanos somos criaturas siniestras. Si no quieres que tus palabras causen el exterminio de todo tu clan, ¡nunca debes mencionar dónde reside tu clan a nadie! ¡Ni siquiera la mitad de una indirecta debería divulgarse! ¿Entiendes?" Si se conocieran las tierras sagrada del Qilin, era muy probable que una calamidad interminable y un baño de sangre llegaran a ese lugar.

Little Apple asintió. "Entiendo. El hermano mayor que vino conmigo en el espíritu de la esencia de piedra también dijo lo mismo". Por lo tanto, entendió ese punto y se abstuvo de revelarlo.

Ning Xuemo relajó su tono y recordó al príncipe sellado dentro del espíritu de esencia de piedra. Parecía que ese príncipe no carecía de moralidad. Como discípulo del ancestral, él era mucho mejor que Ye Qingluan. Hum... Por alguna razón, siempre sintió que olvidó algo importante.

"Little Apple, ¿recuerdas quién nos ayudó a establecer nuestro contrato de sangre?". Siempre sintió que había otra persona que la acompañaba durante el tiempo que estuvo en el espíritu de la esencia de piedra.

Lamentablemente, no importaba cuánto intentara, no podía recordar quién era.

Little Apple negó con la cabeza, perdido. "Olvidé. Solo recordé que esa persona era una experto..."

¡Por supuesto que era un experto! De lo contrario, ¿cómo podría esa persona ayudarlos a establecer un contrato de sangre que solo un experto en el reino del cielo podría hacer?

"¿Qué tipo de experto? ¿Todavía recuerdas la apariencia de esa persona?"

Little Apple sacudió la cabeza. "No puedo recordar".

Ambos no pudieron recordar la apariencia de ese experto. ¿Ese experto borró sus recuerdos antes de partir?

Ning Xuemo no podía entenderlo por mucho que lo pensara, así que simplemente dejó de meditar sobre eso.

Si ese experto realmente quisiera hacerle daño, no sería capaz de ocultarlo, así que no debería preocuparse.

Después de instruir algunas cosas a Little Apple, agitó la mano para dejarla salir a jugar. También dejó su habitación para descubrir que después de un día de sueño toda la mansión volvió a su aspecto glorioso anterior.

Los sirvientes que el antiguo emperador la recompensó eran todos ágiles, atendiendo sus deberes: desherbar, patrullar, limpiar y barrer.

Ning Xuemo paseaba por el lugar, y no importaba a dónde iba todo estaba limpio y bien organizado, y los sirvientes estaban haciendo su trabajo.

Los más serios acerca de sus deberes eran los guardias imperiales que seguían detrás de ella y la protegían desde la distancia. Incluso cuando estaban en modo de espera, su formación era sólida.

El corazón de Ning Xuemo tembló y llamó a Mayor Zhong, "Mayor Zhong, ¿quién organizó a esta gente?"

"Informando a la señora, fue el joven recién contratado, Xijue. El es muy capaz. En menos de medio día, fue capaz de controlar a esos guardias de cabezas altas..." El tono del Mayor Zhong estaba lleno de elogios para el adolescente. ¡Este fue un criado abrumado que se entregó a su puerta!

Aunque esos guardias imperiales no eran expertos de punta, cada uno de ellos aún poseía una buena habilidad en artes marciales.

Como se consideraban a sí mismos guardias imperiales, no querían obedecer a Mayor Zhong después de ser degradados a este lugar.

No se atrevían a desobedecer al emperador, pero eso no significaba que les importaría y siguieran los arreglos de Mayor Zhong.

Sin mencionar a esos cocineros imperiales, doncellas del palacio y ese jardinero... Ninguno de ellos era fácil de tratar. Desde el principio, nadie tenía la intención de trabajar o dar lo mejor de sí mismo después de entrar en la mansión del Marqués, ya que todos ellos eran arrogantes indecisos y se iban a burlarse de Mayor Zhong, que les estaba dando tareas y mirando a ese adolescente recién contratado Xijue

El resultado fue que Xijue venció a los más arrogantes e indisciplinados de los guardaespaldas imperiales. Después de golpearlo al menos 5 veces seguidas, Xijue finalmente se ganó al guardia.

La mayoría de esos guardias con punta de pata eran honestos. Por lo tanto, todos obedecieron sus órdenes.