Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 380: Recientemente me encontré con un príncipe

Xijue entró y miró primero a Ning Xuemo, sus finos labios ligeramente curvados hacia arriba. El asombro en su rostro lo hizo sentirse satisfecho con Ning Xuemo.

En este momento, se veía muy distante, dando una apariencia real. Cuando saludó al emperador Le Xuan, respondió apropiadamente. Sus modales no eran menos que los de los demás.

Ning Xuemo no pudo evitar presionar el espacio entre sus cejas; Ella había tenido bastante suerte recientemente.

No esperaba que la persona que ella había salvado al azar en aquella montaña se convirtiera en el hijo de un príncipe.

Aún más extraño fue el hecho de que se acercó a su casa y actuó como un guardaespaldas personal durante bastante tiempo.

¿Estaba este niño tratando de ir de incógnito disfrazándose a sí mismo como un plebeyo?

En realidad estaba dispuesto a quedarse en su pequeña mansión y convertirse en un sirviente.

El emperador Le Xuan, naturalmente, recibió al gran heredero del Rey Sabio con gran hospitalidad, ordenándole a los asistentes que le prepararan una mesa.

Xijue hizo un gesto con la mano: "No necesitas molestarte con esto, Su Majestad".

Se volvió hacia Ning Xuemo, pasando junto al emperador Le Xuan para tomar asiento a su lado. "A este príncipe le gusta este asiento".

El emperador Le Xuan se quedó sin habla.

Tosió: "Príncipe, ese es el asiento de un funcionario, con tu estatus, deberías tener una mesa para ti solo".

"No es necesario, a este príncipe no le importa. Además, tengo una buena relación con la señorita Ning, me gustaría sentarme aquí para conversar un poco." Xijue se sentó, inesperadamente negándose a moverse.

El príncipe Xijue era bastante guapo, tenía un fondo noble, y su comportamiento era bastante majestuoso, para no ser superado por Ji Yunhuang.

Este tipo de hombre joven atrajo las miradas de todas las jóvenes doncellas dentro del salón. Incontables sentimientos de afecto comenzaron a surgir.

Una de las hermosas doncellas estaba tan enamorada que se levantó mientras trataba de encontrar una excusa adecuada para sentarse a su lado.

Sin embargo, ella no esperaba que él se sentara al lado de Ning Xuemo. Soltó un gran grito cuando se sentó una vez más, renunciando a toda la idea.

Ella apretó los dientes en secreto; Ella no estaba dispuesta a volver a sentarse.

"Xuemo, no nos habíamos visto por un día, ¿estás bien?" La mirada de Xijue cayó sobre el cuerpo de Ning Xuemo.

"Xuemo agradece a su alteza por su preocupación. He estado bien." Ning Xuemo respondió.

El emperador Le Xuan no esperaba que Ning Xuemo ya hubiera conocido a una persona tan respetada como el heredero del Rey Sabio. Al escuchar su diálogo, no pudo evitar preguntar: "Xuemo, ¿eres tú y el hijo del Rey Sabio, viejos amigos?"

Ning Xuemo permaneció sin expresión, "Al informar a Su Majestad, Xuemo tuvo la suerte de encontrarse con su Alteza en la Montaña Tianshu. El príncipe había estado de incógnito cuando interactuó conmigo, y luego vino a mi mansión. No sabía de su identidad. Accidentalmente lo hice mal al convertirlo en mi guardaespaldas personal durante varios días ".

El emperador Le Xuan se quedó sin habla.

¿Algo así es posible?

Mientras investigaba a la Marqueza Ning, ¿por qué no se investigó a esta persona?

¡Necesitaba cambiar a sus espías!

Ji Xue miró a Ning Xuemo, antes de decir sin entusiasmo: "Xuemo, por favor, no me culpes por ir de incógnito, este príncipe quería pagarte por completo para salvar mi vida, por lo tanto, vine a tu mansión para devolverte el pago".

"Jeje, todavía siento que te he preocupado, Príncipe". Ning Xuemo se mantuvo tranquilo.

"No hay problemas". Los ojos de Xijue miraron su cara, "Xuemo, ¿estás enojado conmigo?"

"¡Cómo podría! El príncipe es demasiado sensible", dijo Ning Xuemo.

"Entonces, ¿por qué no estás sonriendo?" Xi Jue no la iba a dejar ir.

'¡No soy una prostituta!'

Ning Xuemo ridiculizó en su corazón. Cogió su copa de vino y dijo: "Reunirme con el príncipe me está poniendo nerviosa. Ven, príncipe, Xuemo te ofrece una taza."

Xijue la miró antes de levantar su propia copa de vino. "No hay necesidad de ser tan formal, llamarme Xijue está bien".

"Xuemo no se atreve".

"¿Por qué no te atreves? Este príncipe te lo permite".