Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 371: Un beso forzado (8)

Ji Yunhuang la ayudó inconscientemente. Su tono estaba impregnado de profunda preocupación."Xuemo, ¿estás bien?" Su pequeña mano todavía estaba fría como el hielo.

Ning Xuemo enderezó su cuerpo y negó con la cabeza. "Estoy bien."

Ji Yunhuang suspiró. Inconcientemente, vio su pie. "Cómo ..." Uno de sus pies todavía estaba cubierto por un calcetín y un zapato, mientras que el otro estaba descalzo. Su pie vívidamente cubierto de nieve pisaba directamente en el suelo.

Finalmente, Ning Xuemo se dio cuenta de que le faltaba un zapato y un calcetín. Antes, cuando llegó Shi Tianlong, solo tuvo tiempo de usar uno de sus zapatos y no tuvo tiempo de usar el otro.

Volvió la cabeza hacia el lugar donde dejó su zapato, pero el lugar estaba vacío. Ella debe haberlo mantenido cuando fue enviada al agua y la dejó caer.

Este lugar estaba bastante alejado de la civilización. Solo había malezas por aquí, mientras que las rocas y la grava cubrían el resto del camino. Sería muy doloroso caminar todo el pie descalzo.

Ella levemente frunció el ceño. Ji Yunhuang preguntó: "¿Qué tal si te llevo?"

Ning Xuemo retrocedió un paso atrás. Su mente todavía estaba perpleja. ¿Dónde podrían ir a jugar Little Apple? ¿Por qué no había regresado todavía?

Hablando del diablo, ¡aquí viene!

No muy lejos, una figura azul se podía ver intermitente. Little Apple regresó de cualquier rincón o grieta tan rápido como el viento.

Vio la desdichada figura de Ning Xuemo y se asustó. "Maestro, ¿caíste en el agua? Antes, de repente me sentí muy mal como si estuviera a punto de morir e intenté contactar contigo de inmediato, pero no importa lo que hice, no pude comunicarme contigo. Entonces, hice mi mejor esfuerzo para regresar lo más rápido posible.Maestro, ¿estás bien?"

Las palabras de Litle Apple sonaron como una ametralladora. Ning Xuemo ya tenía un ligero dolor de cabeza, pero con la conversación ruidosa de él, dolía aún más. Ella agitó su mano, "Estoy bien. Un degenerado me conspiró. Pero está bien ahora... Ven, volvamos a cambiar. Llévame ya que me duele los pie".

Little Apple vio su pie desnudo y las muchas pequeñas heridas en su tierno pie. Sentía como si viera una belleza marcada que alborotaba la sensación de angustia.

Little Apple rodó sobre el terreno y volvió a su forma original. Ning Xuemo voló en la espalda y se fue.

Cuando flotaron en el aire, Little Apple preguntó: "Maestro, ¿quién es el degenerado que tramó contra ti? ¡Dime y voy a vengarme por ti!"

"No hay necesidad. Este odio será resolvida por mí". La voz de Ning Xuemo resonó fríamente a pesar de lo ronco que era.

Aunque Ji Yunhuang no sabía los detalles específicos de la situación, escuchó el lado de Ning Xuemo y era obvio que había una historia dentro de la cual no tenía conocimiento. No pudo evitar mirar a Han Shanyue.

El Gran Maestro aún estaba allí parado. Su rostro estaba envuelto por la oscuridad y su expresión no se podía ver. Solo se sentía un sentimiento de desolación.

El corazón de Ji Yunhuang palpitó. Inexplicablemente, recordó la escena de Han Shanyue haciendo reanimación boca a boca a Ning Xuemo sin dudarlo.

Su corazón se sentía abruptamente pesado. ¿Qué sucedió realmente entre los dos? El trato del Gran Maestro hacia Ning Xuemo parecía estar fuera de lo normal...

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Ji Yunhuang lleva a Ning Xuemo a una sala cálida. En el interior, una sirvienta, que había recibido las órdenes por adelantado, había preparado un baño caliente, sopa de jengibre y ropa limpia.

Ji Yunhuang aún no se sentía tranquilo, así que pensó en esperar afuera.

Sin embargo, desde el exterior llegó un eunuco informando, "su Majestad había llegado."

Ji Yunhuang rápidamente se fue para darle la bienvenida a su padre imperial. Las órdenes imperiales no podían ser desobedecidas. Por lo tanto, dio algunas instrucciones a la sirvienta antes de partir con el eunuco de la corte.

Ning Xuemo estaba sumergiéndose en el baño caliente por un tiempo antes de que su cuerpo comenzara a calentarse. Luego bebió el cuenco frío de sopa de jengibre. Finalmente se sintió cómoda y su fuerza se recuperó bastante.