Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 351: Los asuntos de amor del portador de la desgracia (3)

"Xijue, ¿cuánto tiempo vas a pararte ahí como un tonto? ¿Vas a venir?" Ning Xuemo giró su cabeza y lo llamó, viendo que aún no la había alcanzado.

Como si Xijue hubiera despertado de un sueño, corrió apresuradamente a Ning Xuemo y siguió detrás de ella mientras caminaba más lejos.

"¿Has visto algo antes? ¿Qué te hizo tan perdido en sus pensamientos?" Ning Xuemo estaba desconcertado ya que Xijue normalmente estaba bastante concentrado en sus tareas y rara vez se distraía tanto.

"Vi a alguien. Una persona extraña..." Xijue respondió, luego giró su cabeza hacia el lugar donde vio al hombre.

'¿Una persona extraña?'

Ning Xuemo siguió su mirada, pero no vio a nadie. "¿Qué persona extraña? ¿Donde esta él?"

Se volvió hacia Xijue, pero descubrió que estaba mirando con los ojos muy abiertos, "¡Desapareció!"

El pabellón de aspecto antiguo y el joven pintoresco habían desaparecido en un instante. En su lugar, había una tienda de ropa con mucha gente bulliciosa frente a ella.

¿Su visión se deslumbró y vio algo malo?

Xijue se frotó los ojos y miró nuevamente, pero todavía no podía ver a ese hombre ni ese pabellón nuevamente.

Estaba desconcertado e inseguro. Era amplio el día, no podría haber visto un fantasma, ¿verdad? ¿O fue un espejismo?

"¿Qué viste al final?" Preguntó Ning Xuemo con curiosidad, ya que no había muchas cosas que pudieran hacer que Xijue palideciera o perdiera su espíritu.

"A..." Xijue habló una palabra pero se detuvo. Él había sido bastante diligente con su entrenamiento y cultivación recientemente, tal vez sus ojos estaban apenas atenuados por la fatiga. No quería decir algo que pudiera preocupar a Ning Xuemo.

"Nada, debo estar demasiado tenso y ví mal".

Ning Xuemo lo miró con duda, pero no siguió más.

Este niño adolescente tenía la boca muy apretada. Si no quería hablar, no pronunciaría ni una palabra, incluso si lo amenazaba con una espada.

Además, no estaba demasiado interesada en esa extraña persona que vio. Desde que llegó a este extraño mundo, se había encontrado con innumerables personas extrañas, por lo que ahora podía mantener la calma frente a encuentros inesperados.

"Bien entonces. Vamos." Ning Xuemo levantó la cabeza y miró al cielo. Era casi mediodía por el color del cielo.

"Little Apple, ¿qué quieres comer hoy?" Preguntó a la pequeña gata azul en su hombro.

Little Apple inmediatamente abrió sus ojos y respondió con entusiasmo: "¡Hoy vamos al restaurante ebrio Inmortal y comemos pato asado!"

"El restaurante ebrio inmortal era de hecho bastante bueno." Ning Xuemo asintió y caminó hacia el restaurante ebrio Inmortal.

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El océano azul, las nubes blancas flotaban libremente...

Las olas del océano, en reflujos, golpeaban las orillas de una isla verde y exuberante. La isla estaba envuelta en niebla y nubes, que se congregaron y se dispersaron intermitentemente, haciendo que la isla fuera tan ilusoria como la legendaria isla de Fangzhang [1] .

La isla en sí estaba cubierta de flores extrañas y árboles extraños. Ocultos a la sombra de la vegetación, había muchas cornisas entrelazadas entre los árboles. Una señal clara de un asentamiento humano.

En el pico más alto de esta isla inmortal, había un pequeño pabellón. El pequeño pabellón estaba hecho de árboles de agar y tenía un sentimiento y una fragancia antiguos, que daban un encanto antiguo. Dentro del pabellón se sentaban 3 personas: 2 jugaban Go mientras el otro miraba.

La persona que se sentó en el lado izquierdo de la tabla Go tenía el pelo negro como el satén esparcido suelto en la espalda, hasta el punto de que casi caía al suelo. Llevaba una bata azul con la pintura de un paisaje cubierto de niebla. Su aspecto era brillante. En su mano derecha, sostenía un pedazo blanco y murmuraba para sí mismo.

Frente a él estaba sentado otro hombre, vestido con una amplia bata de plata. Su semblante era sobresaliente y su apariencia espléndida. Su mano derecha agitó perezosamente un abanico con una belleza dibujada en la parte superior. Parecía romántico y sin restricciones.

En cuanto al espectador del lado, era una mujer elegante y pura.

Llevaba ropa de muselina blanca como la nieve. Su largo cabello era rizado como las algas marinas, enrollado y prendido con una rama de flor. En la rama de la flor, había pequeños brotes de flores amarillas pálidas al borde de la floración. Sus ojos húmedos eran como un par de lagos ondulantes. Sostenía un abanico circular en la mano y estaba sentada tranquilamente a un lado. Siguió sonriendo mientras veía el juego de Go.

[1] En las leyendas de China, la isla Fangzhang ( 方丈 瀛台 ) es una de las míticas islas del mar oriental que albergó innumerables inmortales.