Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 381: Vine por ti

Xijue era un niño adolescente con una educación noble y, como resultado, tenía un temperamento bastante obstinado.

Ning Xuemo estaba teniendo un dolor de cabeza por esto; ella no quería meterse en este tipo de discusión sin sentido con él, "Muy bien, Su Alteza Xijue".

"Quita el 'Su Alteza'". Xijue era bastante obstinado.

Ning Xuemo apretó los dientes, "¡Bien, Xijue! ¿Esto es lo suficientemente bueno?"

"Mm, es lo suficientemente bueno". Xijue había logrado su objetivo. Ahora que estaba satisfecho, tomó su copa de vino. Sus ojos brillaron cuando miró a Ning Xuemo, y habló con un ritmo moderado, "No importa mi identidad, Xuemo, no quiero que los dos nos separemos".

Su mirada penetrante causó que el cuero cabelludo de Ning Xuemo se sintiera entumecido, y ella no pudo evitar asentir, "Por supuesto, definitivamente no nos separaremos. Siempre te he tratado como a un amigo."

Maldita sea, tu identidad ya es tan grande, no es de extrañar que tuvieras una personalidad distante.

Incluso cuando había actuado como su guardaespaldas, no actuaba como los otros subordinados y la llamaba amante, sino que la llamaba Señorita Ning.

Él podría comenzar a llamarla "Xuemo" de ahora en adelante.

Sin embargo, con su gran experiencia, ¿por qué se arriesgó a ir a las Montañas Tianshu sin un solo guardaespaldas en aquel entonces?

También se había vestido como un artista marcial común, haciéndola pensar que era una persona normal.

Aunque era realmente extraño, ¿por qué se parecía tanto al Número Dos? No necesitaba preguntar para saber que estaban relacionados de alguna manera con la sangre. ¿Era posible que el Número Dos fuera parte del Clan del Rey Sabio?

Aparte de la rama principal del Clan del rey sabio, también había muchas otras ramas laterales de la familia que apoyaban al clan.

'¿Es posible que el Número Dos fuera parte de una rama familiar menor?'

Si miras la actitud de Xijue, parece que ni siquiera sabía de la existencia del Número Dos.

¿No debería Xijue estar un poco interesado en el Número Dos, si era miembro de una de las familias de la rama?

Por supuesto, incluso si perdieran a un miembro común del clan, a la rama principal probablemente no le importaría, por lo que Xijue probablemente no sabía de la existencia del Número Dos desde el principio. Ella se compadeció del número dos.

"Xuemo, ¿en qué estás pensando?" Xijue usó sus palillos para darle a Xuemo un trozo de pescado. Él conocía bien sus preferencias de comida ya que él se había quedado a su lado por un tiempo.

"Estoy pensando en el número dos..." Ning Xuemo respondió distraídamente.

"¡Crack!" El plato de Ning Xuemo se quebró cuando el trozo de pescado aterrizó en su plato.

Afortunadamente, Little Apple reaccionó rápidamente y juntó ambas manos y formó una barrera para evitar que la sopa se derramara sobre la ropa de Ning Xuemo.

Ning Xuemo recobró el sentido, mirando la expresión de Xijue que misteriosamente se había oscurecido.

"Lo siento, es mi error", dijo Xijue sin prisa, aunque apretó los dientes en secreto.

Él sonrió con una sonrisa que no era una sonrisa para Ning Xuemo, "Xuemo, ¡¿no puedes pensar en esa persona que está frente a mí?" Su voz sonó algo fría.

'¿Por qué me culpas por el hecho de que ustedes dos se parecen?'

Ning Xuemo suspiró y gruñó por lo bajo, "Bien, solo estaba pensando, eso es todo. No lo mencionaré. De todos modos, ¿por qué estabas solo en la Montaña Tianshu? Estabas incluso en una condición tan terrible..."

"Yo... escuché algunos rumores sobre ese lugar. Te lo diré de nuevo más tarde", dijo Xijue en voz baja, con ganas de cambiar el tema.

Ning Xuemo descubrió que Xijue no hablaba mucho sobre sí mismo y que ella no lo conocía muy bien.

De vez en cuando se podía ver una leve sonrisa en la cara fría del bebé de Xijue, haciendo saber a los demás que estaba interesado en ella.

Ning Xuemo no estaba realmente acostumbrado a Xijue actuando así. Sin embargo, era inconveniente para ella decir algo ya que estaban en público.

Además, sería muy embarazoso que se fuera, dejándola sin un compañero para sentarse. Al final, se dio por vencida, sabiendo que al menos se veía así como una princesa...