Capítulo 18: Humana por excelencia

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Esas delicadas esferas de energía que Marizan había enseñado a Cindie a formar entre sus manos habían parecido a Victoria algo hermoso en la primera ocasión. Parecían algo salido de una película de esas que a ella le gustaban; esferas de simple y pura energía revoloteando en un espiral controlado por la princesa.

Cuando una de estás esferas se estrelló directamente contra su pecho dejó de resultar igual de hermosa. Carmín la había lanzado con velocidad y potencia suficiente para arrojar a la chica rodando varios metros atrás.

A ese punto Victoria había perdido la cuenta pero estaba segura que esa no era la primera vez que acaba en el suelo en el mismo día. Y posiblemente tampoco fuera la última.

El ataque la había dejado confundida y desequilibrada. El mundo pareció girar en torno a ella cuando intentó recomponerse y alzar la mirada. En medio de un borrón extraño vio como sus amigos golpeaban los campos de fuerza que la mantenía encerrada e intentaban inútilmente destruirlos para lograr ayudarla.

Carmín dio un paso malicioso hacia la chica en el suelo y si bien los campos de fuerza repelían casi todo sonido del exterior Lucia chilló tan alto que ambas la escucharon con claridad.

La respiración de Victoria iba alterada, muy rápida para permitirle pensar con claridad. Esquivar la siguiente esfera de energía que Carmín le lanzó fue pura suerte. Consiguió rodar por el suelo y alejarse lo suficiente del punto de impacto para evitar todo daño. Pero sabía que eso no la salvaba.

La reina Jansea antes le había dicho que no existía y que no interferiría en su vida pero también le había prometido que cuidaría de ella por lo que Victoria no pudo evitar llevar una mano instintiva al collar en su cuello. Apretó la gema entre sus dedos pero nada sucedió.

Estaba sola. Sola de verdad. Esta vez Jansea no ayudaría, Nicko no aparecería para guiarle a casa y sus amigos no salvarían su vida.

La magia tampoco parecía una buena opción por lo que Victoria recurrió a lo único que sabía hacer. Ser humana por excelencia y huir por su vida.

Se obligó a controlar su respiración y actuar como lo hubiera hecho su heroína de cuento favorita. Ella no necesitaba superpoderes para enfrentar a sus problemas y ayudar a su cuidad.

Los lazos malvados de Carmín reptaron por el suelo en busca de capturarle pero esta vez Victoria no planeaba dejarse atrapar tan fácil. Recogió del suelo el bate que Mariano había dejado caer y se puso en pie de inmediato.

Clavando en el suelo la rama justo sobre un lazo de energía consiguió inmovilizarlo y hacerlo desaparecer en el aire. Se movió por el área que Carmín había destinado para la pelea tan rápido como pudo mientras se esforzaba por esquivar sus ataques. Cargaba consigo la gran rama de Carlos e intentaba utilizarla como escudo para protegerse de los rayos de energía que la princesa del Sol lanzaba hacia todos lados.

La princesa comenzaba a enfurecerse cada vez más. Desde el mismo momento en que la vio ya odiaba a esa mosca humana, pero al tenerla corriendo por todos lados y haciéndole parecer una tonta, le odió aun más.

Con el fin de destrozar a esa pequeña aumentó la energía que estaba utilizando. El poder manó de sus ser y fue tanto y tanto que en algún punto perdió el control. Los rayos de energía salieron disparados hacia todos lados, ya siquiera se dirigían a Victoria sino que deshacía todo lo que tocaban.

La humana apenas pudo mantenerse a salvo. Su último y más desesperado intento la llevó a saltar hacia la rama de un árbol cercano. Siempre había sido buena trepando pero jamás esperó poder usar tal habilidad en unas circunstancias tan extrañas.

Se balanceó tanto como pudo hacia ambos lados y, en el momento justo de soltar la rama, salió disparada hacia adelante: justo hacía Carmín.

Aterrizó sobre ella y ambas rodaron por el suelo. Pudo ser una increíble victoria para Victoria, valga la redundancia. Pero la humana no consideró un detalle.

Desestabilizar a Carmín causó el mismo efecto en la energía que de ella manaba. El control ya escaso que tenía sobre su poder se perdió y literalmente, todo explotó. La onda expansiva hizo pedazos el campo de fuerza y mandó a Victoria a volar varios metros.

La chica aterrizó en el suelo por... ¿cuarta vez en día? No estaba segura pero en verdad esperaba que fuera la última.

Lucia fue la primera en llegar a ella. Le sujetó con cuidado y se aseguró de que todo estuviera bien. Considerando que una rubia loca había intentado matarla y hace media hora había caído de un precipicio... Si, estaba bastante bien.

Si bien todos se habían preocupado por Victoria había otro asunto al cual prestar atención. La princesa Carmín estaba en el suelo, hecha una pequeña bola que respiraba con dificultad. Ella puntualmente no era una amenaza, pero la honda de energía que había liberado si que lo era.

-Recuerdan lo que dijo Marizan, ¿no es así?-murmuró Cindie, quien necesitaba apoyarse en su mejor amiga para mantenerse en pie- Los entes negativos se ven atraídos por... las grandes concentraciones de energía.

Ninguno había olvidado el concepto de los Frastrunios, criaturas de pesadilla, cuyo único motivo de existir se basaba en la búsqueda de la destrucción de todo lo bueno. A simple vista Carmín no era algo bueno pero si lo era el poder que de ella manaba. Su fuerza era tanta y suficiente para convertirse en el objetivo principal de un Franstrunio y, considerando que la onda de energía había llegado a cada rincón de Nox... los fantasmas-monstruo-demonios no podían tardar demasiado en marcar presencia.

Cindie por sobre todos fue capaz de sentir la aplastante sensación de la energía negativa pero el grupo entero sintió el bruzco cambio de temperatura y el miedo, el miedo más intenso que alguna vez enfrentaron.

Por un momento dejaron de importar todos los problemas de convivencia que existían en el equipo. Con el peligro presente de que pronto algo saltaría sobre ellos los siete se juntaron en una pequeña ronda dándose la espalda los unos a los otros. Lo que sea que sucediera a continuación lo enfrentarían juntos.

IncontrolableWhere stories live. Discover now