Capítulo 29

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Capítulo 29

“La sorpresa”

Ya era viernes y era el último día y de asistir a la jodida universidad. Me hacían falta más años para culminar la carrera de maestría o, dicho de otro modo; magisterio, sin embargo, lo atareada que estuve y los trabajo que tuve hacer acompañada de Deniel me eran divertidos y a la misma vez estresante.

Bueno, estresante cuando lo hacía yo sola.

Rodé en mi cama hasta llegar al celular que se situaba en la mesita de luz que me quedaba al lado mientras parpadeaba y me frotaba los ojos con la mano que tenía disponible.

Intentaba tomar el teléfono que se movía de un lado otro, vibrando y sonando una canción.

Abrí los ojos de repente al darme cuenta de que la música que suena cuando es la alarma para despertarme, la que yo coloqué, era Story Of Mi Life de One-Direction, pero la que se andaba reproduciendo era Para Enamorarte de CNCO, y esa la puse para cuando me llamen.

Me senté en la cama con rapidez y tomé el celular en el aire puesto a que aquel aparato se hallaba en la orilla de la mesita y lo empujé, fui más rápida y detuve su caída con el corazón en la boca.

Observé la pantalla del aparato tecnológico y en mi cara se implantó una sonrisa tierna de oreja a oreja y mis mejillas se sonrojaron hasta arderme. Me mordí los labios, tímida, nerviosa. Podía estar saliendo como enamorados con Deniel por casi ya cinco meses, sin embargo, me sonrojaba como la primera vez que conectamos mirada en el club de mi padre.

Tomé la llamada y me pegué el celular al oído.

—¿Hola? —saludé, levantándome y mordiéndome los labios a la vez. Transité hasta llegar a la ventana y separé las cortinas rosadas que la cubrían, dejando el celular presionado con mi oído y mi hombro izquierdo.

El sol entró por los cristales de mi ventana, haciendo que entrecierre los ojos por unos segundos hasta que pudiese acostumbrarme a la luz.

—Hola, princesa —escuché la voz sensual y varonil de Deniel por otro lado del teléfono, en un tonillo somnoliento.

Por parte de este con el que conversaba, oí un bostezo.

—¿Qué tal? Buenos días.

Intentaba no sonar tan melosa o enamorada en su voz. Mi corazón daba vueltas como loco y podría jurar sentir mariposas revoloteando absolutamente todo mi vientre. Llegué a la cama y me senté en ella.

—Buenos días, reina —dijo —. ¿Te puedo llamar por video llamada? —me preguntó. No me quería ni podía negar. Ver su hermosa carita, sus ojos brillosos, sus labios, las pocas pecas que se veían por el tabique de su nariz y sus pómulos iban a ser lo más bello que iba a ver en este día.

—Claro —le confirmé y apenas hice eso lancé el teléfono en la cama, me peiné con rapidez el cabello con los dedos de mi mano, rebusqué con la mirada alguna goma para atármela en el cabello y este no se vea tan desordenado. La encontré justo en la mesita de luz donde antes estaba el celular. Até mi cabello con esta, formando una cola de caballo color castaño.

—Deja que me ponga un bóxer. —Comentó el chico con el que yo tenía una relación a la que yo le creo llamar noviazgo, sin embargo, no lo éramos.

Yo misma no sabía qué era lo que Deniel y yo teníamos. Solo me pidió que saliéramos como enamorados, nos hemos besado, y pues nada más. He sentido varias veces su erección, pero nunca se ha llegado a propasar y hubo varias veces que se disculpó por ella.

Fruncí el entrecejo, confundida por lo que este ha revelado.

—¿Y qué hacías? —me surgió la duda de saber. Mis labios fueron mordidos por mis dientes. La pregunta salió de mi boca, pero no pensé haberla ejercido, fue como si la pensara en voz alta.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora