El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 86

Capítulo 86

“Una mentira para nada feliz”

Pasaron dos horas, tiempo que me quedé viendo película y escuchando cada cosa estúpida que Archie decía y de la que Delia se reía.

Dormí un rato en su cama, luego me despertó cuando sin querer dejó caer una cortina con tubo de metal que le cayó en la cabeza y abrí los ojos justo cuando dijo:

⸺Me quedé sin cerebelo.

En ese momento me reí. Su comentario hizo que soltase una corta carcajada, pero también empezaron a llegar los recuerdos de mis sucesos a lo que tuve que controlarme para no ponerme a llorar con un bebé.

Para Archie, para Deniel, para Nathan, para todos, yo era un héroe, era el ser más fuerte del mundo, era la persona que nunca lloraba. Sabía que Archie se encontró extraño la llegada a su departamento mientras sollozabas, pero al menos necesitaba que se quedara con la idea de que yo era fuerte, de que era un héroe.

Duré un buen rato más en el departamento de Archie. Quise marcharme cuando él se metió a dar una ducha para que no me pregunte nada de cómo vine hacia donde él, sin embargo salió en un momento que no esperé y me preguntó “¿estás bien?” y yo le respondí: “Tus chistes apestosos ayudan a cualquiera”, cosa que él aceptó con una reverencia y una sonrisa.

Que nunca cambie.

Que ese sentido del humor jamás se le apague, porque era perfecto.

Llegando a mi casa recogí todo el reguero que había, eché a la basura las cosas inservibles y las demás botellas de alcohol que quedaron la metí en el refrigerador, no sin antes beberme la mitad de una que quedaba.

Me pasé el resto del día en el sofá, llorando y recordando los benditos momentos que pasé con los chicos y con ella, con Amy, los dos, juntos.

En mi celular veía las fotos que teníamos nosotros dos, observaba todos esos boomerangs que teníamos besándonos, riéndonos, volteando los ojos o colocando cualquier tipo de cara divertida para que nos enfoque la cámara, también las que me había robado de su historia de Instagram o Facebook y que yo no tenía.

Conservaba una botella de vodka en medio de mis piernas. La tomé y me embiqué dándome tragos repetidos, carraspeando la garganta, también tosiendo por la falta de aire y el dolor en el pecho que se hacía presente.

Pasé hacia un lado mostrando un vídeo.

Fue cuando fuimos por cuatros días a la casa de campos de los Delminton, donde celebramos el cumpleaños de Nathan y los otros dos chicos.

⸺¡Azael, para que me muero! ⸺solté una risita cuando eso fue lo primero que se reprodujo en el vídeo. Yo puse el celular en un lugar sostenible frente a mí para que grabe solo.

A mi mente llegó ese recuerdo, nosotros íbamos en primer lugar y atrás venían Audrey y Deniel casi rozándonos, listos para pasarnos delante cosa que no iba a permitir porque llevaba mejor la delantera, además podía meterme en el medio para que no logren pasar.

⸺¡Socorro! ⸺siguió chillando Amy, pataleando, y ahí me vi yo muerto de risa por su reacción.

Ambos nos encontrábamos con la cara cubierta por un caso, pero con la ropa llena de lodo ya que el camino era de eso, de fango que nos hacía resbalar y que si no conservaba el equilibrio podría irme por uno de esos arboles y matarnos antes de llegar.

⸺¡Ya no puedo más, ayúdenme! ⸺siguió gritando la ruba.

⸺¡Deja de chillar, rubia! ⸺ladré, divertido y sonriendo por cada una de su reacción.