Capítulo 43

5K 453 58
                                    

Comenten mucho❤

Capítulo 43

Narra Azael.

"Una SexCam y una tragedia"

Saber que Amy no estaba cerca de mí me hacía tener una actitud peor a la que siempre tenía. En verdad me daban ganas de torcerle el cuello a quien sea que me empiece a joder la vida, y Colehed casi se ganó un puñetazo en medio de la nariz cuando le soltó el comentario con segunda intención y tonillo asqueado a Ezek.

Colehed desde que lo vi allí, en un banco del club, acostado, mojado, viéndonos como si fuéramos el enemigo, asustado, sediento y hambriento, no solo me causó curiosidad, sino también pena. Aquella noche sus ojitos brillaban aquella, lo miré por muchos segundos, tantos que esos se volvieron minutos. Su cabello castaño cubría toda su frente, empapado de agua, hasta parte de sus ojos. Su piel estaba pálida, sus labios temblaban al igual que él.

La primera pregunta que le hice fue:

"—¿Cómo te llamas, pequeño?

A lo que él me respondió en un tartamudeo, asustado:

—Co...co... Colehed".

Desde ese momento vi lo frágil que era ese chiquillo, era como yo, pero un yo de antes. Uno con temor. Uno con un mundo gigante para una mente tan pequeña. Era un yo al que me daba asco recordar.

Me propuse a cuidar de él cada segundo de mi existencia, me propuse a yo mismo ayudarlo con terapias psicológicas cuando descubrí sus cortes en las muñecas, brazos, vientre y muslos. Busqué ayuda profesional con respeto a ese tema. Pero Colehed era muy diferente: nunca le habló al psicólogo, tampoco a la psicóloga, ni a mí, por más que intentaba, por más que quería ayudarlo, se resignaba, desconfiaba.

Poco a poco se fue abriendo conmigo, lo apunté en un colegio, lo ayudé a cada momento con sus tareas, no solo con él, sino también con algunos deberes estudiantiles de los demás. Me fui poco a poco volviendo un papá para todos, para él, me fui adentrando en su mundo, fui ganándome su confianza, y un instante, un año después de que estaba conmigo, nos hallábamos en la habitación, acostados, mirando el techo, y fue ahí cuando me confesó la razón de por qué se cortaba.

Fue triste, pero ahí comprendí por qué no le gustaba relacionarse con los demás. Comprendí por lo que pasó.

Lo entendí, ayudé, le pedí que estudie, pero ya mayor, decidió dejarlo y pertenecer a nosotros. Quiso ser un stripper, uniéndose otro más.

Sentía que no podría tocar a Colehed nunca en la vida porque hacérselo a él es hacerme daño a mí, también con los demás, estaba tan aferrado a ellos que nunca se me salía de la cabeza la idea de que ellos juntos eran lo que conformaban cada parte de mí.

Entré a la casa cuando parqueé el auto y cerré la puerta de una muy mala manera, me gustaría que se rompa en mil pedazos. Jugueteé bruscamente con el juego de llaves que tenía en mis dedos lanzándolo después al sofá de la sala principal de la casa, quería impactarlo en la ventana de cristal hasta que rompa. Me quité la primera prenda de ropa, después la franela de abajo quedando con mi pecho y abdomen expuestos.

Saqué mi celular de uno de los bolsillos delantero de mi pantalón y solo fue encender el bluetooth para deslizar mis dedos por la pantalla del teléfono hasta lanzarlo al sofá después de que un Playlist de las músicas de SoMo se empezara a escuchar.

La primera que empezó fue Or Nah. Muy bien, maldita sea, a empezar a ponerme duro sin tener a la rubia aquí que sepa darme una buena mamada como esa que sabía darme.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now