Capítulo 63

2.5K 245 78
                                    

ADVERTENCIA: Capítulo muy sádico, perverso y asqueroso. Se recomienda discreción y separar la realidad de la ficción. Muchas gracias. 

Capítulo 63

Narra Azael

—Iré allá —afirmé sonando seguro en mi tono de voz, sin mostrarme enojado a pesar de que el de ojos grises me ocultó algo muy feo.

Intentaba lo más que podía, sentía que poco a poco iba perdiendo la confianza de Nathan y en este preciso momento me preguntaba si realmente la tenía. Me dolió lo que me dijo, me trituraba cada parte de mi interior y tensando la mandíbula hasta tal punto de pensar que me la quebraría era la forma que no podía explotar mi exterior.

—¿Qué le harás? —la pregunta que me hizo sonó preocupada, no podía creerlo, me costaba asimilar que con su tono quería saber si le haré algún daño a ese enfermo asqueroso. Su corazón era tan noble que le preocupaba el mal de las personas que lo hicieron mierda.

Me quedé en silencio por un momento, no podía decirle cuáles eran mis verdaderas intenciones con ese asqueroso hijo de puta, tenía que guardarme las torturas que le iba a ejecutar dándole a tomar de su propia medicina. Se la iba a cobrar bien fuerte, ya ansiaba por escuchar su arrepentimiento.

—Le pagaré para que se quede callado —fue lo primero que se me ocurrió, era lo más subjetivo y real, creíble, pues si él me dijo que la inspectora le iba a pagar yo haré lo mismo.

Y era verdad si lo pensaba desde otro punto de vista porque le iba a pagar, encima de eso también se iba a quedar callado.

Pero para siempre.

Salí de la habitación donde antes me encontraba con Nathan, quité a unas personas que se me atravesaron en el camino y mientras bajaba las escaleras rápidamente me encontré con Archie subiéndolas. Me habló pero no dejé que termine.

—Cierren el club cuando acaben los bailes, limpien y hagan dos más extra por el inconveniente, cual sea que quieran. Asegúrate de que Nathan llegue bien a su departamento, está en la veinticuatro. Nos vemos mañana.

No dejé que se dirija a mí porque continué bajando las escaleras con la misma rapidez, alejándome de él y yéndome sin mirar hacia atrás. Tenía las llaves del auto en mis bolsillos, eso era ventaja. Únicamente corrí hasta él sin importar el gentío del club y me subí en el coche.

Primero fui en dirección a mi casa. Abrí la puerta, subí a la habitación, busqué en el armario una caja pequeña que se abría con dígitos que únicamente yo me sabía, se trataban de las edades de los chicos de cuando los conocí, del primero al último.

Tomé un arma de fuego, dinero, una inyección y la llené del líquido que dormía hasta a un elefante en cuestión de segundos. Cuando finalicé volví a dejar todo en su lugar, me puse otra ropa, salí, me aseguré de cerrar la puerta y me monté en el carro.

El pueblo estaba muy lejos, pero eso no quiso decir que tardé en llegar. No me sabía la dirección de su casa sin embargo ya con la foto bastaba, lo iba a encontrar, y cuando lo haga se tragará sus propia mierda.

Ya estando en el asqueroso y perdido lugar bajé la velocidad del carro, con las luces encendidas. Había personas fuera de sus casas, algunas se quedaban mirándome como si nunca habían visto un auto a estas horas. Tenía los cristales del carro subido donde únicamente yo veía el exterior, los demás no podían ver el interior.

Cuanto más entraba, más oscuro se veía todo este maldito pueblo marginado que destruyó la vida de mi Nathan. Mucho bastó que él se quede en silencio superando todo a su manera, que nunca nos haya dicho lo que le pasó y nos mienta con una sonrisa. No iba a dejar que nadie lo vuelva a joder. Ya no. Conmigo no.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now