El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 12 Parte 2

Capítulo 12 Parte 2.

Narra Deniel

Es una sensación inigualable, difícil de definir, satisfactoria.

¿De verdad hacer eso puede llegar a enflaquecer?

Yo estoy en buena forma, con buen cuerpo. Bíceps marcados. Torso duro. Hombros anchos. Musculoso. Buenas piernas. Abdominales perfecto.

¿Será verdad que solo te hace centrar en eso la mayor parte del tiempo?

Yo seguía teniendo una vida normal.

A veces corría por la mañana, ejercitándome. También veía televisión, leía uno que otro libro, aunque la mayor parte del tiempo los releía por no tener el suficiente dinero para comprar nuevos.

Comía saludable, a veces no, pero eso no importa mucho.

¿Era cierto que eso hace que en tu rostro crezcan espinillas feas y muy desagradables?

Me miré mentalmente, aún con los ojos cerrados, como si hubiese otro yo frente a mí, como un espejo, y no. No tenía rastros de alguna espinilla molestosa. Mi cara estaba muy limpia y bien cuidada. Al menos para algo sirvió mi tía ya que compraba muchas cremas y la mayor de veces me la robaba, otras las traje cuando escapé de ese infierno.

Escuché una vez, murmuraciones en la escuela, que si ejecutan aquel acto la persona quedará ciega, que no volverá a ver, pero creo que eso es sólo si lo hacen constantemente y yo no lo hago en ese tiempo prolongado. Abrí los ojos, viendo el techo de mi departamento. Al principio, partículas formadas en puntos brillosos fueron los que capté, pero después pude aclarar la vista. Yo veo normal. Veo muy bien. Todo está perfecto en mi vista.

También escuché que me hará estéril... pero creo que sigo todo normal, ¿no?

¡Mierda, entonces nunca podré tener un hijo!

Joder, ahora me siento culpable.

Muy culpable.

Ah, pero que no me sentía de esa manera en el momento que tomé el lubricante y comencé a rociarlo por el falo venoso que formaba mi pene junto con el glande, cosa que vendría siendo la cabeza del pene, en general, preparándome para masturbarme.

El líquido espeso y blanco cristalino estaba esparcido en mi muñeca, cerca de mi dedo pulgar y mi dedo índice. Había soltado un suspiro ahogado justo en el momento que ya había terminado. Mi miembro aún estaba con ganas de más, erecto, levantado, aunque eso ya es algo normal, pero accedí a que no. Me levanté de la cama apartando mi mano la cual entrelazaba el tallo de mi pene y la apoyé en el colchón de ésta con el fin de impulsarme hacia delante para poderme colocar de píe, teniendo en cuenta de que el semen no termine de regarse en la cama.

—La puta que no traje al menos una servilleta. —Farfullé tras levantarme del colchón.

Caminé hasta colocarme frente al espejo y ver mi figura allí. Tomé mi pene otra vez mientras hacía varias poses de modelaje, caí en carcajadas yo mismo, viendo lo tonto que a veces podría ser.

De repente, en la silenciosa habitación se escuchó un sonido que no fue producido por mí.

Me giré sobre mi eje, utilizando los talones de mis pies, hasta quedar frente a mi cama, la cual tenía la sabana desorganizada debido a la forma en que la agarré con mis manos cuando antes estaban disponibles y apenas me estaba calentando. Transité hasta el lugar mencionado y rebusqué entre la sabana el productor de aquellos sonidos, terminando en cuenta de que era mi celular.

Apagué el celular, saliendo de la pestaña, y lo dejé en el mismo lugar. Iba a pasar mi mano por la parte baja de mi vientre ya que algo me molestaba y caí en cuenta de que aquello era rastro de semen el cual aún seguía ahí. Así que, colocando una cara de asco fingido, caminé hasta el baño para darme una ducha y luego calentar el poco de pasta que dejé ayer y que me había traído Audrey.