Capítulo 20

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Capítulo 20

"Me imagino que saben cuáles strippers vinieron a encender esta fiesta, ¿verdad?"

Mi reflejo está justamente frente a mí, en el espejo.

Eran las siete y treinta y dos de la noche, Amy estaba en la planta baja de mi casa. Ella vino aquí de esos de las siete y tres minutos con el fin de pedirles "permiso" a mis padres con el tema de la fiesta, y realmente a lo que llegó no fue para pedirles permiso e ir a una fiesta de compromiso de una amiga de ella.

Los recuerdos divertidos de Amy simulando estar triste hicieron que me ría mentalmente mientras me veo. No llevaba ropa glamurosa en mi cuerpo, ni maquillajes, ni nada que me delate a que voy a divertirme con mis amigas.

Lo que sucedió realmente fue lo siguiente:

Amy llegó tocando la puerta de la casa, yo misma fui quien la abrió y la vio allí, parada fuera del umbral, llorando.

—¿Qué pasa? —le pregunté, curiosa, al apenas mis ojos captarla.

Antes de eso, me encontraba sentada sonriéndole y divirtiéndome con mis padres para así tener ventaja cuando mi amiga llegue a pedirle permiso, eso de vez en cuando me funcionaba, pero para cuando iba a una piyamada, o al cine hasta las 11, así que esta vez iba a ser más fuerte.

—Cállate, sígueme la corriente, y déjame pasar, no te atrevas a decir algo fuera de lo que yo hable.

Luego de sus palabras, se adentró al interior de mi casa. Cerré la puerta detrás de mí, confundida, con las cejas arqueadas. Mi mamá fue la primera que la vio por la postura en la que esta se encontraba, en cambio, mi padre tuvo que girar la cabeza para hacerlo por el asombro de mamá.

—Amy... —murmuró mi madre al principio con felicidad, luego de ver las lágrimas en el rostro de la mencionada, su semblante cambió a uno apenado y preocupante. —¿Qué te pasa, chiquilla?

Amy caminó hasta el comedor donde estábamos y se sentó al lado de papá soltando varios chillidos y con la respiración agitada, justo donde yo estaba antes sentada. Le sigo a pasos rápidos, llegando hasta donde se encuentra ella, sollozando en silencio y mis padres confusos y alarmantes.

—Amy —la llamé, lo que ella ha dicho antes me ha dejado un poco tranquila, pero verla llorar, me preocupa más.

—No estoy bien, amiga —chilló, comencé a ver lo histérica que estaba y, conociéndola, lo dramática que se puso. Algo anda mal. —Mi novio me ha dejado.

Supe que se trataba de algo falso y completamente mentira en el instante que soltó esa referencia. Amy no tenía novio, enamorados muchos, pero un chico con el que entable una relación seria, ninguno. Amy no es de esa que se pierde por un chico, a veces he quedado pensando que a ella la hicieron sin una pizca de sentimiento.

—¿Qué no...? —no me dejó terminar puesto a que disimuladamente me dio una mirada asesina y comenzó a sollozar mucho más fuerte.

—¡Me ha dejado! ¡Se ha ido con otra, amiga! ¡No quiero vivir! —sus lloros se hacían cada vez más dinámicos, preocupantes, yo aún no entendía nada de lo que estaba haciendo o el porqué.

—¿Pero tu novio el fuerte que ayudó a Audrey con la tubería en el club?

Quise salir corriendo cuando papá dijo eso, Amy me dio una mirada disimulada y perpleja, oculta de mis padres. Ella tomó eso como iniciativa y a su favor.

—Sí, ese mismo.

Mi madre y mi padre comenzaron a consolarla mientras que a mí me enviaron a buscarle un vaso de jugo de limón. Lo preparé y se lo llevé. Ya varios minutos después, mientras que Amy contaba una historia bastante ficticia y que para í no concordaba en nada, ella les pidió a mis padres que si yo me podría quedar en su casa a dormir solo por hoy, y que mañana iremos a la universidad, que no nos levantaremos tarde, solo necesitaba a una amigas para que la acompañe. Tanto mi padre como mi madre aceptaron y me dejaron ir.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora