Capítulo 83

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Capítulo 83

Narra Azael

—¿Y cómo está Audrey? —pregunté mientras cerraba la puerta de la casa luego de que Amy pasara.

La rubia se dirigió hacia el sofá más cercano de mi casa y se lanzó allí, haciendo lo mismo con su bolso y quitándose los zapatos que traía puesto.

La había ido a buscar a su casa para que esta noche la pasemos juntos.

—No muy bien que digamos —me respondió, sacando su celular y empezándolo a teclear sin apartar la mirada de este —. Voy a escribirle a ver qué tal.

—Sí, haces bien —me dirigí hacia donde ella y le deposité un beso corto en los labios. Ella me lo respondió moviéndolos al mismo ritmo que los míos y luego me aparté para dirigirme a la cocina.

—No es por ofender, sé que quieres a Deniel como un hijo pero te juro que me lo encuentro por la calle y le rompo la cara —gruñó mi rubia mientras yo iba en camino hacia donde antes dije para buscar algo que comer.

—Es un imbécil, no tengo dudas de eso —determiné, siendo realista porque no podía aún creerme que esa relación tan linda que tenían Deniel y Audrey se había acabado con la trepadora que ayudó en mucho.

Y claro, era objetivo que ella no era la única culpable y que Deniel si no aguantaba un coño podría hacerse una maldita paja y todo se quedaba bien, solo que ella sabía cómo manipular a Deniel a su antojo, porque Deniel aún seguía sintiendo cosas por ella.

Y no cosas cualquiera, sino una dependencia emocional que resucitó en gran cantidad.

Me asustaba que ambos formalicen una relación.

Porque si eso pasaba todo se jodería y Deniel volvería a caer en esa relación donde ella lo ponía como el malo, creando en mi pequeño una relación con dependencia emocional de su parte, como siempre había sido.

—Y encima por esa Leslie, qué perra —volví a escuchar a la rubia con su tonillo que dejaba a mostrar el odio y rencor que le tenía a la mencionada, y eso que ella ni la conocía, porque en verdad era un perra.

Me dirigí hacia el sofá con dos latas de cerveza y antes de llegar hasta este la oí decir, en un tonillo más bajito y fue como si lo hubiese pensado sin quererlo soltar:

—No sé qué tiene esa rubia de farmacia que intenta cogerse a todos los strippers —farfulló, me detuve al instante y sentí una opresión en el pecho ante su comentario.

Me dolió, no era necesario negarlo.  

Después de lo que pasó con Leslie, Amy y yo logramos arreglar las cosas un poco, claro que era difícil pero le prometí que no fue mi intención y le conté la verdad.

Después de ahí, los primeros días de esa indiferencia, sentí que las cosas ya no eran como antes. Cesaron las sonrisas ante cualquier acto cambiándolas por medias sonrisas forzadas, en el sexo cambiaron un poco porque muy pocas veces nos quedábamos hablando hasta tarde después de follar; ahora solo mirábamos al techo y ahí nos dormíamos.

No quería que esto se apagara, no quería que esto se volviera una relación más a la que una confusión vista desde otros ojos se le hizo presente.

Amy se dio cuenta de que yo me hallaba detrás de ella, sus ojos recayeron en los míos y se volteó como si mi mirada pesase encima de su cuerpo.

—Azael yo no… —no la dejé terminar porque de lo que menos quería saber en mi puta vida era sobre esa idiota que solo vino a provocar más caos del que teníamos.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now