EXTRA

2.7K 185 58
                                    

Narra Nathan

Horas antes de los chicos visitar a Azael al hospital.

Este Extra está narrado, como ya saben, por Nathan, y horas antes del capítulo 96. Disfruten.

El corazón me dolía. Dicen que eso es imposible, pero por las cosas que habían sucedido últimamente sentía una presión y unas punzadas desgarradoras.

El suicidio de Colehed había sido algo que acabó con nosotros, me daba miedo el hecho de que nunca nos recuperaremos de estos y más miedo me daban las reacciones de Azael, los desmayos que tenía al igual que sus mareos.

—¿Está todo bien? —la pregunta que me hizo Josué me sacó de mi trance cada vez que pensaba, desviando la mirada hacia donde él.

—Sí —asentí, tomando un suspiro hondo mientras seguía mirando hacia otro lugar.

Realmente, nada estaba bien. Este dolor que tenía en el pecho era algo que acababa conmigo, ya nada era como antes y la imagen de Colehed en ese ataúd no se borraba de mi cabeza, no se iba.

—¿Quieres que nos paremos a comprar algo de comer? —Josué trataba de sacarme algo de conversación y me jodía yo mismo al saber que ni para eso servía.

Él trataba de hacerme sonreír, o de al menos pensar en otra cosa que no sean todos estos sucesos recientes tan destructivos.

—No has comido nada, Josué —dije, un poco resignado.

Yo no había comido, de hecho era él quien me obligaba estos días a ingerir algo, no obstante se me hacía pasar cualquier cosa por mi garganta. Él tampoco había comido desde ayer en la mañana, no se separaba de mí en ningún momento.

—Come algo tú, por favor —me pidió, con una mirada suplicante y deteniendo el auto justo frente a una cafetería.

—No tengo hambre, pero puedo esperarte comer algo —le recomendé, intentando que me haga caso pero sabía a la perfección que no se detendría para solo comer él puesto a que, aparte de que lo conocía bien, no iba a dejar a que yo me quede al menos un segundo solo y menos sin comer.

—No —volvió a encender el auto, haciendo que yo ruede los ojos y le dedique una media sonrisa.

—Vamos —justo cuando él aprieta el volante para comenzar a arrancar, le digo eso.

Josué se detuvo y me sonrió. Salió del carro corriendo y se puso justo en la puerta del copiloto, abriéndola para dejarme pasar y a pesar de todo era imposible dejar de pensar sobre lo caballeroso que él era.

Salí yo de igual forma para después escuchar como él cerró la puerta de su auto con delicadeza.

—Gracias —le dije, sonriéndole.

—No hay de qué.

Caminamos hacia la cafetería y mientras yo me encontraba sentado en una de las mesas, mirando hacia la ventana y perdiéndome en la carretera, Josué me pidió permiso para ir a comprar algo de comer.

Me preguntó que qué quería y yo le respondí que eligiera él el menú.

Volvió pocos minutos después con una bandeja de sándwiches, jugo, papas fritas y una botella de kétchup.

—Gracias —musité, sin mucho ánimos de comer pero sabía que si no lo hacía entonces Josué tampoco comería y todo se volvería un caos por parte de ambos.

—Vale, de nada, pero deja de agradecer por todo, Nat —me dijo, sonriente y tomándome de la mejilla, rosando sus dedos con mi mentón.

Esa acción que hacía provocaba en mí muchísimos sentimientos que estaban tan malditamente bien.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora