Capítulo 23

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Capítulo 23.

"Antes de Deniel llevarle el regalo a Audrey"

Día 0 de 7. Extrañando a Audrey.

Observé con detenimiento el ramo de rosas, la tableta de chocolate y el peluche color blanco que estaban en la vitrina de la tienda donde estaba yo. Corrí la mirada por los tres hermosos obsequios que estaban allí plantado.

—¿Te gustan?

Salí de mis pensamientos con la voz que escuché por detrás de mí. Giré la cabeza y dejé de cruzar mis brazos, pareciendo más amable.

Mis ojos enfocaron a una mujer de tercera edad, una anciana. Su cabello es blanco, repleto de canas, sin un mechón negro en su cabeza. Su piel es morena y rostro arrugado. Llevaba puesto una falda ancha y gigante, acompañada de una blusa del mismo tamaño, cubriéndola completamente. Dos verrugas se denotaban en su cara; una por encima del labio, y otra cerca de su nariz.

Sonrío de manera tonta y le respondí, volviendo a llevar mis ojos de los objetos separados:

—Son hermosísimos, señora.

Luego de mirarlos, la miré a ella otra vez.

—¿Usted es la dueña de la tienda? —le pregunté, lo más probable es que sí, no creía que ella estuviese comprando, y si lo estaba, acababa de llegar ya que no tiene nada en sus manos. —¿O trabaja tal vez aquí? —soné amable aunque no creo que ella trabaje acá puesto a que a los trabajadores que he visto llevan puesto el mismo uniforme, sin embargo, la señora no.

—Sí y no —me dijo con un tono de voz burlón, colocándose a mi lado y viendo lo que yo observaba —. Soy Nainá, y mi hermana es la que trabaja acá, yo sólo la ayudo de vez en cuando para no se sienta sola en casa.

Le sonreí con carisma. Me quedé en silencio ya que no tenía un tema para conversar, sin embargo, como ella sin yo preguntarle me dijo su nombre, hice lo mismo para de esa forma alargar más la plática.

—Mi nombre es Deniel —le devolví una sonrisa y le extendí la mano, era de una estatura muy mínima a mí. Ella me la tomó y le dio un pequeño apretón.

—Deniel... —susurró con lentitud mi nombre —¿No será Daniel? —inquirió. Solté una risita con la garganta por su comentario y me negué ante su curiosidad.

—No, es Deniel. —Le confirmé, juguetón.

—Nunca había escuchado ese nombre en mis ochenta y tres años de vida —carcajeó de forma apacigua después de lo que dijo, la acompañé con sus carcajadas porque también me hacían gracia.

—Bueno, mis padres fueron muy... únicos buscando ese nombre para mí. —En la cara se me dibujó una sonrisa.

—Muy inteligente tus padres. —Alagó la anciana.

Reí de manera tranquila. Los segundos pasaron y mis ojos continuaron encima del peluche y las demás cosas que me parecían bastantes tiernas.

—¿Estás muy enamorado, verdad?

La pregunta abandonó la boca de la señora en un momento que ni yo mismo me esperé. Primero tuve que analizarla para que de esa forma pudiese comprenderla, hasta creí que no estaba hablando conmigo, sin embargo, yo era el único que estaba a su lado porque las demás personas que lograba ver estaban muy lejos de nuestro campo de visión.

—¿Disculpe? —me hice como el que no escuché, pero lo he hecho muy bien, solo quería confirmarlo.

—Que estás muy enamorado —creí que me iba a decir que no dijo nada o que no habló conmigo, pero reafirmó lo susodicho con valentía, como si nada hubiese pasado.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now