El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 54

Capítulo 54

Narra Josué.

“En la tarde de ayer”

La música estaba alta, eso me obligaba a pegarme más para hablar con Nathan e Iris, quienes eran los que se encontraban a mi lado. Sentir la respiración de ambos tan cerca me daban ganas de agarrarlo a él por la cabeza y dirigirlo hasta mi polla, con Iris quería sentir esa sensación gustosa de tener su vagina en mi boca.

Continuamos hablando de cosas normales, para nada sexuales aunque esa el tema que quería introducir. Estábamos cómodos con lo que decíamos, les fui contando de cuando yo había venido a esta casa de campo con Audrey, mi madre, sus padres, las primas de mi madre, y unos familiares más.

Mis ojos viajaron al hombre que salió de la piscina con un celular en las manos pegado en la oreja. Al parecer contestaba una llamada. Dejé de mirarlo cuando Iris siguió comentándome de otras cosas que había sucedido con su madre.

—Azael ya no está —ilustré, acercándome más al rostro de los que estaban cerca de mí, metiéndome en medio.

Nathan miró por el alrededor, me imaginé que buscaba con la mirada al que ya se había ido.

—¿Dónde está? —preguntó cuando no lo encontró, dirigiendo la mirada hacia mí.  

—Se ha ido por ahí —le dije señalando el sitio con mi cabeza, disimuladamente —. Vamos para allá atrás.

—¿A qué? —sonrió Iris captando mi indirecta, astuta.

—No sé, vamos a descubrirlo —esta vez quien sonrió fui yo, con una malicia bastante notoria en mi cara.

—No vamos a follar allá atrás —habló Nathan, también sonriendo al saber mi indirecta —. Ni lo piensen.

—Vaya… —alcé las cejas, divertido —No sabía que íbamos a eso.

—Te conozco —indicó él, rodando los ojos de manera jovial.

—Pero puede que vayamos a… no sé, mirar las plantas, por ejemplo —bebí del vaso saboreando el liquido que se trataba de zumo de naranja con Vodka.

—Sí, claro —bufó Nathan.

—Esperemos un rato —expliqué mordiéndome los labios, sintiendo la sensación de mi verga querer pararse porque por mi cabeza ya pasaban las imágenes de cómo pondré a Iris en cuatro —. Luego decimos una excusa y nos vamos.

—Será sospechoso —indicó Nathan mordiéndose los labios también, tentador.

Quería agarrar esa boca en este preciso momento y besarlo, bajándolo hasta que aterrice en mi polla, que me la chupe, que me lama toda la cabeza rosa hasta venirme, que me la saque como sabía hacerlo.

—Primero vayan ustedes —comentó el de ojos grises tomando mi mano por debajo del agua hasta ponérmela encima de su verga la cual ya se encontraba erecta. Hizo lo mismo con Iris.

—¿Caliente, rey? —Iris le guiñó un ojo, juguetona.

—Me enfrío y voy.

Tardamos unos minutos más allí pero luego decidimos irnos Iris y yo de primero. Este jueguito de que nadie nos vea me gustaba, me hacía sentir una adrenalina que me encantaba y mucho más en hacerlo en un lugar que cualquiera podría ir y vernos.

Iris dijo que íbamos por unas bebidas que trajimos porque la nuestra ya se había acabado, cosa que era mentira ya que sin que los demás se den cuenta la echamos en el piso. Nos escabullimos por detrás y caminamos un poco lejos de todo.