Capítulo 61

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Capítulo 61

"Visita a Chest y revelación estupefacta"

Unos días después ya las cosas habían mejorado un poco.

Deniel no estaba para que le dieran de alta al otro día del suceso sin embargo como siempre había dicho su terquedad estaba elevada a un nivel tan grande que no le importó nada.

Y aunque sí, él tenía razón de como estuvo, pues le preguntó a la enfermera sobre el cachorro, ella al principio no supo, pero luego le dijo que si se trataba del que vino con él, falleció.

Eso le pegó duro, a ambos. A mis padres también, ya ellos se habían encariñado tanto con el cachorro que les dolió mucho su partida. El departamento de Deniel sin la mascota se tornaba vacío, deseaba escuchar sus ladridos o sus dramas por todo el alrededor. Eso era imposible.

Acabé de lavar los trastes y después de colocarlos en sus respectivos sitios abrí el agujero de abajo para que el agua se escape por el desagüe.

—Princesa... —canturreó Deniel a mis espaldas, giré mi cabeza a su dirección y le sonreí con ternura, secándome las manos con una toalla que se colocaba en el refrigerador.

—Bebé, pensé que dormirías más —comenté, yendo hacia él y dándole un beso en los labios. Nos juntamos y nos separamos cuando ambos necesitábamos respiración.

—¿Lavaste los trastes? —me preguntó, mirando por detrás de mi hombro y cuando puso sus ojos en mí cambié mi sonrisa por una inocente como si yo no hubiese hecho nada.

—¿Yo? —puse mi mano derecha en mi pecho señalándome con dramatismo, arqueando las cejas para que se viese más creíble aunque de todos modos él lo iba a captar.

—Audrey —mencionó mi nombre, simulando firmeza.

—Eh.

—Te dije que no lo hicieras, princesa —murmuró, con un semblante apenado.

—Quise hacerlo, ya no te molestes, estás enfermo —sabía que se iba a molestar un poco cuando le dije que estaba enfermo porque él estaba empeñado en decir que no y que no.

—Ahí va con lo mismo —bufó, yendo al mueble y sentándose allí, subiendo los pies en el mismo quedándose completamente acostado — . No estoy enfermo, estoy mejor, y eso ya te lo he demostrado, eh —la sonrisa que me dio con la mirada llena de perversidad me hizo entender su comentario.

—Deja que te busco jugo de naranja y unos sándwiches que preparé para los dos —sonreí y me di media vuelta rápidamente para ir a buscarlo, mis movimientos fueron veloces porque como lo sospeché, Deniel se levantó refunfuñando del sofá.

—Princesa, venga que yo lo puedo buscar —comentó, por detrás de mí —. Te he dicho que no me gusta para nada ver a las mujeres en la cocina. Eso lo puedo hacer yo.

Deniel se colocó detrás de mí, sentí sus brazos rodearme la cintura, su cabeza apoyarse entre medio de mi cuello y mi hombro, quedándose ahí.

—Vale, lo sé, pero solo quería consentirte un poco —musité, volteándome para tenerlo frente a mí, mirándome con ese afecto que me hacía sentir cada día más enamorada —, no te alteres.

—Nunca me alteraría y menos por ti —maulló, pegándose cada vez más hasta que sus labios se impacten en los míos, dándome un beso repleto de calma y delicadeza.

Sus manos se colocaron en mis mejillas sosteniéndolas para profundizar el beso. Nuestras lenguas danzaban dentro de nuestra boca y mientras más ansiábamos las ganas crecían. Deniel me agarró por la cintura y me puso en el pasamanos, sentándome.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang