El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 47

Capítulo 47

Narrador.

El día estaba grisáceo, con todas las nubes que antes eran blancas, ahora se encontraba llenas, dándole al entorno un toque medio oscuro.

Muchos se encontraban en sus casas, leyendo.

Otros acostados con sus novios, viendo una película.

Algunos en un cementerio, llorando por alguien que partió.

Era un día común, normal.

Y esos días así son los que traen problemas.

Un carro negro, con llantas sucias, gomas igual, cristales con palabras obscenas o con nombres escritos que no fueron creados por la dueña del vehículo, se detuvo frente al departamento de policía donde trabajaba.

Ella salió de su coche y cuando cerró la puerta vio en el cristal, a su frente, las siguiente oración: “Dame una lavada, por fa, ya hiedo” A la mujer le causó gracia el comentario, tanto que soltó una risita con la garganta. Borró lo que decía pasándole la mano por encima.

Un trueno fuerte retumbó por toda la ciudad, el día estaba muy espantoso. El ruido hizo que la mujer se asuste un poco y que mire al cielo, se sobresaltó, fue muy ruidoso, atemorizante. Las gotas cristalinas comenzaron a caer del cielo.

⸺Joder, un día que está como para ver Netflix, pero el trabajo te espera ⸺murmuró ella para sí misma, metiendo sus manos en el saco grande que llevaba puesto. Le llegaba casi a las rodillas de lo largo que era esta ropa, de color gris oscuro.

La mujer caminó, no sin antes asegurarse de que el auto esté cerrado. Se metió dentro del departamento de policía saludando a los dos que estaban como porteros para cuidar y chequear quien entraba y quien salía.

Ella ya era de confianza, conocida por hacer su buen trabajo, todos y todas les daban respeto.

⸺¡Inspectora Caballero!

Farfullaron muchos cuando llegó la ya mencionada. Ese era su rol en el trabajo. Era una inspectora muy profesional, siempre ganaba, nunca era capaz de bajar la cabeza y decir que perdió. Ella no era de ganar la batalla, era de ganar la guerra con toda y tiranía si era posible.

⸺Alonzo ⸺mencionó ella a uno de los hombres que se encontraban sentados, tecleando una computadora con mucha rapidez.

Él le dio una sonrisa y siguió en lo suyo.   

Muchos más le saludaron, otros cruzaron por su lado sin tomarle importancia a su llegada, o sea, era una mujer a la que veían día a día, nunca descansaba y pocas veces ella se tomaba vacaciones. Su labor era trabajar y trabajar. Aunque le gustaba quedarse en casa, siempre el impulso por querer tener una ciudad limpia y sin ningún maleante era su motivo para levantarse.

⸺Inspectora Caballero, aquí tengo los últimos datos de la desaparición de Adele.

Una mujer rubia, joven, con una coleta alta, vestida con un jean rasgados en las rodillas, una blusa verde, un chaleco jean abierto por encima, a un lado de su cintura una pistola y a otra una placa, fue la que se acercó a Silvia Caballero. Ese era su nombre completo.

La inspectora lo tomó en sus manos, ni siquiera dio las gracias, la mujer se fue por su camino desapareciendo de su vista. Leyó mentalmente lo que decía la información de la mujer que tiene más de un mes desaparecida.

Los padres estaban muy desesperado, iban cada día a ver cómo iba la investigación para hallar a su hija, y lo más extraño de todo era que su esposo tampoco estaba. Los dos habían desaparecidos sin dejar rastro alguno.