El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 69

Capítulo 69

"¿Y si reemplazamos el dolor por alcohol y sexo?"

Narra Jayson

Daddy de Sakima era la música que se escuchaba en un tono bajito dentro de mi departamento. Movía mi cuerpo al compás de la canción para ver si de esa manera lograba olvidarme un poco de toda la mierda que estaba pasando.

Crucé las manos por mí la parte trasera de mi cuello, hice unos movimientos con la misma terminando con otro movimiento tipo Hip-Hop. La música siguió sin embargo no logré ejercer otro más porque me bloqueé, no supe qué más hacer y por esa razón la detuve.

No dejaba de pensar en él.

Lo extrañaba tanto, el departamento que él mismo eligió era lo único que me quedaba con algunas ropas que había dejado y con una camiseta que era mía y que usó. Aún conservaba su aroma impregnado y no me atrevía a lavarla porque eso era como terminar de dejar que se vaya.

Salí de mi departamento para ver si de esa manera podía perder los pensamientos, la presión en el pecho, las murmuraciones de mi subconsciente recalcándome mil veces que lo extrañaba, que sin él mi vida daba un gran apagón entre otras cosas que no me ayudaban en lo absoluto.

Lo peor de todo era que no podía hablarlo con nadie, Colehed y yo teníamos una relación secreta así que ni con Deniel, ni con Archie, ni Azael, ni Nathan… con malditamente nadie porque era que ay, qué puta mierda mi jodida vida.

Era horrible tragarse las malditas cosas por no soltarlas. La vida tenía que venir con una introducción para ver qué tal, no aguantaba absolutamente nada y ni siquiera sabía manejarla bien.

Mi problema también era poner a todos como prioridad. Pero va, que yo los ponía y acababa jodido. Sí, jodido.

Creí que llegando aquí a este país dejando Haití y República Dominicana atrás iba a tener vida nueva, estabilidad emocional nueva y siendo quien no pude ser en dos países tercermundista y con alta toxicidad religiosa.

Pero en lo único que estuve bien un poco fue en lo de estabilidad económica, porque a decir verdad aquí vivía como un millonario a como antes en los otros dos países. Aquí comía cuando quisiera, allá no, aquí tenía un trabajo que me gustaba, allá abusaban de mi criterio.

Fui a la cafetería más cercana y allí pedí algunas cosas. Perdí más de quince minutos porque obviamente no sabía ni qué elegir, siempre compraba las cosas que Colehed me decía ya que yo comía lo que sea, él no tanto. Pagué y me fui con el bolso plástico en mano.

—¿¡Quieres ver, eh, hijo de puta!? —mis ojos cayeron en una voz un poco conocida y a lo lejos, del otro lado de la calle, capté a Josué, el chico con el que Nathan tenía una relación poliamorosa aunque según había escuchado finalizaron.

—¡Hijo de puta tú! —le gritó otro chico dándole un puñetazo en la nariz que le volteó la cabeza. Josué no tardó en responderle y propinarle el triple de puñetazos.

Otro más iba encima de Josué aunque este fue más rápido y le dio un puñetazo en la boca. Eran dos contra uno, donde el chico que conocía iba ganando sin importar el riesgo. Crucé la calle rápido hasta llegar a él y desapartarlo.

—Para, para, para… —solté las cosas que compré para sostenerlo a él y no dejar que vaya a partirle la cara a los otros dos. Él se me quiso zapatear solo que puse un pie por medio de los de él, agarré sus brazos y lo puse en una posición que no lo dejaba moverse por más que lo intente—Que pares he dicho.

Aun así intentó zafárseme de las manos, morderme y querer salir de mi agarre para ir hacia donde los muchachos.

—Controla a tu puto loco, bro —gruñó uno de los chicos, con la nariz ensangrentada y yéndose a rastras con el otro que lo acompañaba.