El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 89

AL TERMINAR EL CAPÍTULO, LEAN LA NOTA FINAL. 

Capítulo con horribles faltas ortográficas. 

Capítulo 89

“Investigación, Venganza y la verdad de las cosas”

Narra Leslie Casanovas.

La rabia estaba consumiéndome, el odio por Deniel no se me paraba y la obsesión que sentía por Azael era otra que no se me quitó desde que me fui de aquí, pero si de algo me sentía orgullosa era de que lo tuve entre mis piernas hace años, antes de que me echen como una perra.

Claro que usé mis métodos para tenerlo conmigo, pero era hombre, claro que eso no contaba. Ellos igual disfrutaban, no era de quejarse.

Prosiguiendo con lo antes dicho, estaba con la rabia desbordándose de mi cuerpo por culpa del hijo de puita de Colehed, lo que me dijo anoche me hizo odiarlo mucho más de lo que ya lo odiaba. Casi, justamente casi, usaba en su contra lo que Deniel me dijo que su padre se lo había follado pero me lo ahorré para algo mucho mejor.   

En cambio, Deniel… Deniel era un estúpido que aún estaba con una indecisión hacia mí. Yo usaba eso a mi favor porque lograba manipularlo a mi antojo, lograba hacer que él actúe de la manera que yo ordenaba y si no lo hacía usaba de pretexto que me iba, que no volvía y lo atacaba con cosas que sabía que le dolerían.

Seguía dependiendo de mí emocionalmente, y eso me daba mucha más ventajas para estar con él, porque tenerlo a mi disposición era muy bueno, usarlo como un títere era parte de todo este plan que ejercí cuando lo vi otra vez en el club.

Ahí, de esa manera que me miraba, que hablaba, me di cuenta de que seguía enamorado de mí, de que todavía tenía sentimientos lejanos hacia a mí, aunque la maldita perra de Audrey había ganado mucho terreno, mis manipulaciones lo hicieron caer en mis malévolas redes y volvió su relación en una completa plasta de mierda.

Estaba con Deniel porque no tenía donde vivir; el hombre viejo con el que estaba se dio cuenta de que me cogí a su sobrino luego de ponernos a beber y tremendo drama el que hizo ese viejo verde que apenas se le paraba.

Entonces, con el poco dinero que pude quitarle, fue que vine a esta putrefacta ciudad, ver si conseguía algún empleo y de paso saber sobre Deniel, pero cuando llegué la vida se puso de mi parte al saber que seguía sintiendo cosa por mí.

Dije que me arrepentía de todo lo que hice, los demás me seguían odiando pero tener a Deniel de mi parte no me importaba, además, me prendía ver a Azael con ese odio que destilaba por mí, que se hacía notar en su mirada.

Me inventé un embarazo para causarle más pena a Deniel, así fue como lo hice con el viejo y de esa manera se compadeció de mí. Repetí esa situación con Deniel y él, como lo inútil y estúpido que era, se lo creyó.

Yo salí ganando.

Como siempre.

Eran las tres de la tarde, Deniel se había largado hacia el mugroso club donde trabaja bailando como una puta de la calle, porque de eso se trataba su trabajo, de hecho no dudaba que se dejaba follar o follaba a otras por dinero porque ese es el objetivo de esos strippers.

A mí no me enojaba, claro que me caía mal, me daban asco. Sus bailes son atractivos, pero dejar que todas las personas me vean o que toquen mi cuerpo era un total asco, más cuando supuestamente tenía que hacer un baile privado. Allí follaban, segurísimo. Claro que él debía de usar preservativo, era un idiota pero suponía que no hasta ese extremo.

Bueno, realmente nada que pasara con ese strippers imbécil me asombraba, sin embargo debía de protegerse porque si las cosas llegaban a complicarse quería embarazarme de él.