Capítulo 65

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Capítulo 65

Narra Deniel

—¿A qué hora es que tenemos que ir? —me puse el teléfono en mi oído apoyándolo con mi hombro.

Me detuve de lo que hacía para de esa manera captar mejor lo que me iba a decir el rubio del otro lado del celular, si no escuchaba o le preguntaba lo que ya dijo se le subía un ente maligno y me colgaba.

—A ver... —escuché decir a Azael después de un suspiro. Este se tomó una pausa de unos segundos para luego hablar: —Son las nueve de la mañana, los espero a la una de la tarde para terminar alrededor de las seis las coreografías.

Pues este día a partir de todo iba a ser muy agotador, de eso se trataba mi trabajo. No opté por contradecir a Azael por dos razones: la primera era porque estaba en un buen horario y la segunda era porque si me atrevía a objetar de que empecemos más tarde se atrevía a llamarnos ahora mismo.

—Listo entonces —dejé claro, cerrando la llave del lavabo para que no se llene de agua y se derrame en el suelo. Ya eso me había pasado infinidades de veces y la mayoría era cuando me quedaba embobado hablando con Audrey por el teléfono —. Avisa a los chicos, yo estaré algo ocupado por unas horas.

—Está bien, yo hablaré con ellos —no lo tenía en frente pero lo conocía tan bien que podía apostar un millón de dólares a que rodó los ojos del otro lado, el tonillo de voz que usó para responderme fue uno cansado.

—Te dejo entonces, papi —bromeé, sonriendo con espera de su respuesta.

—Claro que sí, amor mío, quiero follarte duro —se burló, quise estallar en carcajadas por lo que dijo. Antes de que colguemos la llamada me dijo: —Oye, imbécil...

—Dime —pedí.

—Cuídate, cabrón —esas palabras sonaron como amenazas, no con pena como las personas normales solían decirlas.

—¿Es una advertencia o una recomendación? —indagué, esta vez metiendo las manos en el lavabo para seguir enjuagando los pocos trastes que quedaban.

Azael se quedó unos segundos en silencio, casi hablé para verificar si estaba ahí aunque me lo confirmó cuando dijo:

—Tómalo como quieras, estorbo humano, pero es en serio, Deniel —di una sonrisa de este lado, por más que Azael intentaba no sonar como el odioso que siempre actuaba esta vez su tonillo salió calmado y sincero —. Cuídate.

—Nunca supe que existió el Azael sensible —supe desde antes de decirlo que ese comentario lo fastidiaría aunque amaba molestarlo, por eso lo dije.

—Te lo tomas todo como un chiste, bailarín de mierda. Te estoy hablando en serio, Deniel, si no quieres que yo mismo te mate cuídate y deja de comer todas las mierdas que llegan a tu casa sin saber de quién es, ¿estamos claros?

Esta vez fui yo quien rodó los ojos. Aún él estaba asustado por lo que me pasó, si antes se preocupaba por todos nosotros su nivel de miedo y preocupación creció más alto que la torre más grande de todo el mundo.

—Está bien, Azael —refunfuñé arrastrando mis palabras, soltando un suspiro y prosiguiendo con los enjuagues de los vasos de cristales. Solo me faltaban estos para terminar —. Te dejo, adiós, me cuidaré mucho, papá.

—No soy padre de estorbos como tú —lo escuché decir haciendo que me ría.

—Ojalá tú tener un hijo así de guapo, sexi, inteligente, elegante y perfecto como... —mis palabras se quedaron a medias.

Azael me colgó la llamada y yo entré mi teléfono en el bolsillo trasero luego de soltar una pequeña carcajada.

Limpié todo el pasamanos para que cuando Audrey viniese no vea todo sucio y se le antoje a fregar, odiaba mucho verla en la cocina haciendo cosas que no me gustaba que hiciera solo que su terquedad era inigualada hasta tal punto que ella colocaba un dedo en su boca en señal de silencio y yo tenía que quedarme callado, sentarme y verla.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now