Capítulo 13

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Capítulo 13

Narra Audrey

¡Por la banana!

La tenía vuelta un nudo en la garganta, estaba atragantada de lo grande que era.

El aire no me salía, no podía respirar.

Estaba atorado justamente en mi cuello, en la parte de adentro.

No me podía salir, pero Deniel se inclinó hasta mí, me ayudó y me lo sacó. Completo. En el instante que hizo eso, ya pude inhalar aire de manera forzosa y rápida.

No, no, no es eso, ¡Oh, Dios! ¡Pero qué mal tan grande ha llegado a su cabeza para que imaginen eso! Era una banana, una que había comprado antes de venir. Me la estaba comiendo y justo cuando Deniel dijo aquellas palabras y observé la manera que jugueteaba con la punta de la toalla que "vine" a buscar, se me atoró el pedazo de fruta en la garganta. No piensen tan horrible.

Ya estaban cambiando esta historia por una muy perversa y fuerte.

Deniel me brindó varias palmadas en la espalda, por la parte de arriba. Al principio, con las cejas arqueadas, el stripper hizo aquellas acciones de forma lenta, despacio. No obstante, vio que de verdad estaba ya en un grave estado con la banana en la parte interior de mi garganta y prosiguió a hacerlo mucho más duro, aumentando más, hasta llegó a formar un puño para golpearme en la espalda. Luego de unos segundos, gracias a Deniel, el pedazo de banana que tenía atorada se desprendió de mi boca, vomitándolo a un lado. El que provocaba las palmadas en mi espalda emitió un sonido con la garganta como una muestra de asco, haciendo que en ese momento me sienta avergonzada, con pena. Carraspeé la misma por unos segundos, volviendo a mi estado normal.

—Joder, Audrey —farfulló este, viendo con una expresión de asco, repugnancia, implantada en su rostro el trozo de banana blanca amarillenta que yacía en el suelo, empapada de mi propia saliva. Esa fue una doble vergüenza para mí, tanto que mis mejillas ardían, calientes.

—Lo siento —murmuré, sin quererlo ver a la cara, la vergüenza que sentía en este momento era increíblemente terrible —, ya lo recojo, perdón, de verdad —propuse, mordiéndome el labio inferior como muestra de culpabilidad mientras aún tenía la cabeza gacha y los ojos enfocados entre los desnudos pies de Deniel, tensa.

El stripper, al ver que yo en medio de un frenesí idiota y sin saber qué hacer, lo primero que me llegó a la cabeza para intentar remediar mi error, de golpe, fue tomar el pedazo de banana con mi mano para después echarla en un bote de basura cercano, justo en el momento de ejercer eso, me tomó de la muñeca, de forma lenta, sin causarme queja o dolor alguno. Su tacto enredando su muñeca con la mía me gustó, tuve un sentimiento placentero, genuino, gustoso, satisfactorio. Fue como si de este una corriente eléctrica que instaure en mí una sensación completamente diferente, completamente apetitiva, surja de allí.

Expuse un suspiro y a la misma vez un pequeño trago de mi propia baba, haciendo que baje por mi garganta y se pierda por algunas partes internas de mis órganos, escuchando tanto yo como Deniel cuando hice aquel acto.

—Yo lo recojo, está bien, no te preocupes —se opuso Deniel después de tomarme de la muñeca. Enderecé mi cuerpo, poniéndome firme, mirando ahora a los ojos castaños y atractivo del macho en toalla frente a mí.

Su cuerpo aún estaba empapado de agua, la toalla que llevaba puesta sin duda alguna era la que supuestamente vine a buscar, estaba mojada. El forestal de cabello azabache de Deniel estaba de igual forma; empapado al completo, tanto que varios mechones pegajosos estaban implantados en su frente, otros caían por la fuerza del agua cerca de su oreja o se quedaban algo chiflados, puntiagudos. Eso lo hacía ver más pornográfico, sensual, atractivo.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now