Capítulo 34

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Capítulo 34

Intenté no darle bolas a lo que había pasado unas horas antes con el tema de Triza, pero para qué debía de negarlo, se me hacía muy difícil. Volví a soltar aire por la boca como las veinte veces que ya lo había hecho.

Me lancé a la cama y me volví una pequeña bola en ella, estrujando la sabana que se encontraba tendida. Tomé una almohada rebuscando con mis manos todo el lugar y la apoyé debajo de mi cabeza.

Mi mirada quedó implantada en el celular que está justo en frente de mí, a unos pocos centímetros de distancia. Lo cogí con presión en el pecho, con la ilusión y espera a que Triza me haya escrito un mensaje, pero no, revisé y lo único que vi en la pantalla de los chats de WhatsApp fue un mensaje de DaddyDeniel❤ que decía:

"¿Vendrás hoy al baile? ¿Verdad, princesa?"

Y finalizaba con dos emojis: uno de un corazón rojo y otro de una carita tierna y con las mejillas sonrojadas.

De mi boca se escapó una sonrisita tierna que decoró todo mi rostro. Me acomodé mejor en la cama, volteándome, y empecé a mover mis piernas, una a la vez.

Le respondí el mensaje:

"No sé, estoy un poco indispuesta por cosas que han pasado con mis amigas".

Creí que no me iba a responder de una vez, pero segundos después lo hizo:

"Uf, qué mal, si quieres no asisto al baile de hoy y me quedo hablando contigo. ¿Le digo a Azael que cancele mi baile?"

Niego yo misma y también lo hago en los mensajes. Jamás, Deniel no puede dejar de bailar por algo que es mi culpa, ese es su trabajo y no va a dejar de hacer lo que le gusta por una bobada mía.

"No, cariño, no. A tu baile, de seguro y sí vaya".

Seguimos hablando por unos minutos más hasta que me dijo que Azael ya les pidió que busquen las frutas que tenían que ver con sus bailes. No quise indagar sobre eso, y ni siquiera se me hizo extraño, esos strippers tenían unas ideas genuinas cuando van a ejercer sus propios bailes y caminatas.

Me alcé de la cama y quedé viéndome en el espejo por un corto tiempo ya que unos toques en la puerta de mi habitación interrumpieron mi visualización y mis pensamientos de qué hacer en este momento.

Había llamado a Triza un montón de veces, le marqué a Amy y ella me dijo que andaba con Eli y que iban a la casa de la de lentes y rizos a ver qué tal está, pero eso que ellas me dijeron ya fue hace horas y no he sabido nada más de algunas de las mencionadas.

-¿Quién es? -pregunté por los toques repetitivos en el susodicho lugar.

-Tu primo favorito -sonreí cuando escuché su voz del otro lado de la puerta.

-Entra.

Vi la manija de la parte interior de mi habitación girarse para que a lo siguiente de eso mis ojos contemplen a mi queridísimo y coqueto primo. Me miró con malicia y se dio una vuelta completa y despacio, para que lo admire de una mejor forma, con elegancia.

Ambos nos fuimos en risas por su propia actuación.

-¿A dónde vas tan galán y sensual, primito querido? -le alagué, viendo su vestuario tan llamativo y que dejaba verlo guapísimo.

Vestía con unos vaqueros blancos y con varios rotos a lo largo de la tela, sin embargo, aunque el pantalón tenga roturas no se lograba ver su piel, las cosas que cubrían esos desgarros eran hilos del mismo color. Arriba llevaba una camiseta blanca con una banda de rock en frente y encima un chaleco de cuero negro. Un par de zapatos negros lo acompañaban, un reloj en su muñeca izquierda, una cadena que parecía de plata y un arete en forma de cruz en su oreja izquierda, en la derecha no llevaba nada.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora