Capítulo 33

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Capítulo 33

“Confesión feliz y confesión confusa"

Narra Audrey.

—Amanecí con Deniel.

La confianza entre mamá y yo se había vuelto mucho más estrecha cada vez que hablábamos de Deniel. Las únicas cosas que no le he contado a ella son las veces que ha tenido erecciones mientras me besa y las cosas eróticas que me susurraba apenas podía.

Subí las escaleras paso por paso sin dejar de dudar que mamá se había quedado en el escalón de abajo con los ojos abiertos como platos, similares a los de un búho. Me di media vuelta para verificarlo y estaba en lo correcto.

Ella tenía la boca entreabierta por el pasmo de mi repentina confesión cuando la misma me preguntó que si de verdad había amanecido con Amy. Me indagó si realmente quedé a dormir con ella cuando crucé la puerta, le respondí que sí y ella me dijo que vio a Amy salir de un bar cuando venía ella y papá a la casa, la única que lo vio fue ella y al hombre que la acompañaba no lo vio muy de cerca, pero si sabía que llevaba el pelo rubio oscuro.

—¿¡Amaneciste con Deniel!? —gritó ella desde su eje, contemplándome con la mirada.

Se quedó mirándome con una perplejidad bastante evidente y un asombro para nada fingido. Asentí sin pena alguna a lo que ella me preguntó y que antes le respondí.

—Dios mío, Audrey, al menos dime que utilizaste un preservativo… —se llevó la mano a la cabeza desordenando su cabello vuelto una cebolla.

—Mamá, no usamos preservativo.

No pude negar que las mejillas me ardían bastante y ya debieron de tornarse carmesí cuando mi mamá comentó lo del preservativo. Rodé los ojos cuando ella iba a decir algo y al mismo tiempo la interrumpí:

—Mamá —la llamé, conectamos miradas por unos cortos segundos y para que esté tranquila y salgan ideas absurdas de su cabeza, declaré: —no utilizamos preservativo porque no hicimos nada.

Pude observar como el alma le volvió al cuerpo como si de una posesión se tratara. Ella echó varios suspiros de forma rápida y se llevó una mano al corazón pareciendo dramática.

Seguí hablando, más bien, mintiendo un poquito sobre de que yo y Deniel no tuvimos relaciones sexuales, pero hicimos cosas bastante similares. No podía negar que yo realmente quería hacerlo, sin embargo, el miedo me empapó completa y recordé las veces que he leído que hacerlo la primera vez duele un poco y también hace que sangre en algunos casos.

—Deniel es muy respetuoso y me dejó dormir en la cama mientras que él se quedó en el suelo. —Volví a mentir. Al menos le hubiese dicho que se quedó en el sofá, pero fue lo primero que me llegó a la cabeza.

Me di media vuelta con la intención de seguir caminando y llegar hasta mi habitación y darme otro baño. También para cambiarme de ropa, pero justo cuando piso otro escalón, mi piel se pone de puntas al escuchar la tercera voz que se sumó entre nosotras:

—Hablaste muy rápido, porque ya yo estaba preparando el calibre para vaciárselo en la cabeza.

Fue papá.

Creí que por el tambaleo que di iba a terminar cayéndome por las escaleras y tuve que sostenerme del barandal de esta. Mi padre salió por la parte donde quedaba un pequeño cuarto que él tenía y quedaba al lado de las escaleras, en la parte de abajo. Ese era como su propia oficina donde contaba, calculaba, y hacía cosas que tenían que ver con el club.

—Padre —dije, con la voz un poco titubeada. Parpadeé varias veces y le sonreí, pareciendo calmada.

Su semblante de padre sobreprotector y cara dura no cambió.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora