El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2

Capítulo 15 Parte 1

Capítulo 15 Parte 1.

Adivinen quien no irá a la fiesta: ajá, ustedes.

El lápiz labial rojizo estaba siendo colocado con gran cautela sobre mis finos labios, pintándolos delicadamente. Era muy suave cuando lo trazaba por estos, se sentía muy acogedor. Miraba mi propio reflejo en el espejo para poder hacerlo aún mejor y con muchísimo más cuidado, notando todas las acciones que ejercía.

Ya con el lápiz labial puesto, me relamí los labios con sumo cuidado para que así pueda evitar que el color rojo que estaba en estos se llegue a regar por la parte baja, y también por la de arriba. Vi que no se me mancharon aquellos lugares y sonreí, mostrando mis blancos y alineados dientes. Creo que está todo perfecto. Era lo último que debía de ponerme, y ya lo acabo de hacer.

Mis ojos canelas quedaban a la perfección con la sombra brillosa que había por encima de este, en la tela que quedaba por encima de ambos ojos. Mis pestañas estaban perfectamente pintadas con un lápiz de aquella utilidad y que antes utilicé junto con un alineador de cejas. Mis mejillas estaban con un poco de rubor, viéndome sonrojada, así que si Deniel se atreve a decirme algo que me haga sentir incomoda, se notará el triple.

Solté un suspiro ahogado, incomodo, después de durar más de cincos minutos viéndome a mi misma en el espejo. La inseguridad llegó a mi cuerpo como si de un espíritu malo se tratara, creando que ideas locas me detengan.

Nunca me ha importado como yo me pueda ver delante de los ojos de los demás.

Nunca me ha importado lo que los otros piensen o comenten de mí.

Nunca me ha importado si los demás creen que soy linda, atractiva, o fea.

Nunca me ha importado si los demás piensan que me visto de una manera desagradable.

Nunca me ha importado eso.

Hasta el día de hoy.

No sé por qué, pero sí me importa.

Tampoco creo que alguien se preocupe por criticarme sea en la universidad o por donde vivo. He sido toda mi vida agradable, educada, un poco temerosa, pero con mis amigas muy extrovertida.

—Me veo horrible.

Terminé de decir por mí misma, acompañado de un resoplido, con una opresión en el pecho incomoda, llena de dificultad. Era como si un punzón se clavara en el lugar por el cual está cubierto mi corazón, y que ese dolor sea producido por mis palabras repletas de inseguridad. Nunca había sentido esto. Siempre me miraba y, aunque mamá a veces me decía que la ropa me quedaba algo rara, me gustaba, no dejaba que nadie me baje la autoestima.

Me di media vuelta y me dirigí a la cama, sentándome en ella, de golpe. Llevé la palma de mi mano derecha hasta mi frente con mucha rapidez y me la golpeé, algo desanimada.

—Que patética soy, que patética soy.

Farfullé, con hastío, dudosa, repitiendo esas palabras en susurros mientras mi mirada estaba en el piso, el cual estaba oculto por una gran alfombra. Me tiré hacia atrás, sintiéndome espantosa.

—Estoy horrible, sí, lo estoy, muy horrible. —Murmuré.

Unos golpes secos en la puerta hicieron que vuelva a inclinarme hacia delante luego de que saltará sobre la cama debido al impulso de no esperar aquella acción por parte de nadie, por un momento llegué a pensar que estaba sola en todo el mundo, intentando arreglarme para verme bien vestida e ir al club donde Deniel, hace ya unas horas, me ha invitado para que vaya a verlo bailar con sus acompañantes.