Capítulo 92

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Capítulo 92

Narra el hijastro de Magdalena. 

Papá estaba muriéndose y yo estaba solo. No recibía ayuda de nadie y las cosas se habían complicado.

Él no sabía de lo que era capaz magdalena, no sabía de las veces que em obligaba a hacer cosas de las que me daba pesadilla y más cuando me despertaba en medio de la madrugada y ella se encontraba a mi lado, tocándome sin mi consentimiento y dándome ganas de vomitar.

Y esto no era desde ahora, era desde hace años, desde cuando mi padre conoció a esta vieja maldita por una app de citas que yo mismo me encargué de crearle y ahora me arrepentía.

Papá no era un hombre muy mayor. Tenía cuarenta y siete años cuando la conoció, y aun así no era alguien mal cuidado, de hecho, puso su propio gimnasio en la casa donde se la pasaba la mayor parte del tiempo. Fue un señor de entretenimiento, o dicho de otro modo “Sugar Daddy” de muchas chicas más joven que él, pero papá era muy romántico y siempre quiso algo serio. Ellas no.

Ahí fue que me surgió la idea de buscarle algo serio, de una edad avanzada, una mujer madura. Y cuando Magdalena le envió el primer mensaje y que una sonrisa iluminaba su cara, me di cuenta de que debía de ser su cupido. Era un crío imbécil que no sabía lo que hacía.

Los primeros dos meses de ellos conocerse todo fue bien. Ella me parecía rara, pero amable, gentil. Tres meses después decidió venirse a vivir a la casa y ahí fue que el terror comenzó.

Era un chico curioso, ¿quién no en plena pubertad?, y más cuando pasaba por la habitación de papá y los veía follar con la puerta abierta, y lo más raro era que ella me veía y sonreía. Nunca lo dije con padre porque él estaba feliz, y después de que mamá se marchó, nunca lo volví a ver así de feliz, por ello decidí callar, además, ¿qué hacía yo mirando?

Después ella se colaba en mi habitación mientras dormía. Me hacía el que no veía nada y se quedaba allí, escaneándome y tocándome cada parte del cuerpo.

Una vez, que la fue la que desencadenó toda esta porquería, fue cuando me masturbaba en mi habitación. ella entró y sin permiso alguno me la empezó a chupar. Quise que se apartara de mí, la empujé, pero ella fue más fuerte y me sostuvo de las manos y al correrme en su boca me dijo “si dices algo a tu papá, no te creerá”.

Y fue verdad, porque la primera vez le dije entre broma que Magdalena me había tocado y lo que hizo fue reírse soltando el comentario de “a mí también”. Después habló conmigo hasta tarde, diciéndome lo mucho que la amaba, lo mucho que quería estar con ella…

Después de esa mamada llegaron las madrugadas donde me despertaba con Magdalena encima y mi pequeña polla de aquel tiempo dentro de ella.

Y fue así como habían pasado dos años donde tenía que aguantar todo lo que me hacía esa señora sin yo quererlo mientras que mi padre seguía creyendo que ella lo amaba y que cuidaba de su estadía en cama puesto a que había enfermado mucho, y algo me hacía sospechar que era ella la culpable.

Él no me creía, yo mismo le dije que no confiaba en Magdalena y él se molestó. Me dijo que no debía de ser un desagradecido con todo lo que había hecho ella por nosotros.

Descubrí hace ya unos meses el plan de Magdalena: quitarle todo a su sobrino, al único sobrino que tenía y que se llamaba Deniel Dael. Según logré escuchar cuando ella hablaba con Isidro, uno de sus amantes, sus padres lo dejaron rico y ese dinero él lo iba a tener cuando cumpliese los veintiún años y si no aparecía o lo identificaban con todo y cuerpo como muerto, pues entonces todo ese dinero pasaría a ser a la única Scott de la familia: Magdalena.

El Stripper +18 (COMPLETA) PARTE 1 y 2Where stories live. Discover now