Perfección

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Zoe y Trevor

Sinopsis

_____ está acostumbrada a cuidar de sí misma y ha aceptado hace ya tiempo que si algo malo iba a pasar, le sucedería a ella. Así que cuando pierde su trabajo por algo con lo que la mayoría de los jefes probablemente estarían contentos, su vida empieza a ir cuesta abajo y desde entonces no espera que mejore.

Ciertamente no esperaba ninguna ayuda del ruidoso patán de al lado, pero pensándolo bien, no tiene nada que perder, por lo que pone su confianza y esperanzas para mejor en él. Lo que no esperaba era la oportunidad única en la vida que él le ofrece a través de un acuerdo donde ambos se benefician y se supone que nadie saldrá herido, pero debió haberlo sabido mejor porque su suerte nunca ha sido tan buena.

Como la mayoría de los Styless, Harry tiene una debilidad por la comida, pero eso es todo. Lleva una vida bastante sencilla y le gusta mantener las cosas simples y eso incluye las relaciones. Quiere a la mujer perfecta y sabe exactamente cómo será. Así que cuando descubre para su horror que está pensando en su desaliñada vecina, decide la mejor manera para sacarla directamente de su sistema. La mantendrá cerca, pero sólo hasta que encuentre la perfección.

Capitulo Uno

-¡Estúpida perra, arruinaste mi vida!

-¡Sra. Sands, espere! -gritó _____, levantando sus manos frente a ella, mientras intentaba con desesperación regresar a su pequeño cubículo solo para tropezar contra la barata pared plástica de color blanco, dejándola sin ningún otro lugar a dónde ir y a una mujer seriamente enojada sosteniendo el café extragrande ya frío, que _____ le compró diez minutos antes, viniendo en su dirección-. Por favor, no...

Sus palabras fueron interrumpidas por un jadeo sorprendido cuando medio litro helado de su muy necesaria dosis de cafeína la golpeaba en su cara, cuello, y pecho, empapándola al instante.

-¡Pagarás por lo que hiciste! -gritó la Sra. Sands, retirandosu mano para darle una bofetada a _____. Por suerte, alguien, probablemente el Sr. Sands, ya había llamado a seguridad y dos enormes tipos corpulentos, a los que pasaba cada mañana en el vestíbulo de la planta baja, agarraron a la Sra. Sands y la llevaron antes de que cumpliera lo que prometía la mirada asesina que enviaba en dirección de _____.

-¡Perra! -gritó la Sra. Sands, pateando, y dando chillidos mientras era sacada del décimo piso.

Con una mano temblorosa, _____ la extendió y agarró su tambaleante silla de oficina y con cuidado se sentó, asegurándose de mantener la mayor parte de su peso lejos de la rueda delantera izquierda. Cuando la silla no se derrumbó y depositó su trasero en el suelo, de nuevo, se contó cómo alguien afortunada.

-Te dije que mantuvieras la boca cerrada -dijo John, el idiota de la oficina, en un aburrido tono cuando pasó junto al cubículo de _____.

Sí, se lo había dicho, y se pateó por no escucharlo cuando tuvo la oportunidad. Con un gemido enterró su cara entre sus manos, se preguntó si alguien notaría si se retiraba hoy un poco más temprano del trabajo. Por supuesto que lo notarían, pensó miserablemente. El tacaño administrador vigilaba a sus empleados como un halcón, sin nunca pasar nada por alto, siempre preparado para abalanzarse y atacar ante el más mínimo error.

Ya había perdido la cuenta de cuántas veces le hicieron un informe por "excesivo desperdicio de suministros de oficina" por no reutilizar los clips de papel, por dejar la computadora encendida por dos minutos mientras iba al baño, por deshacerse del papel que podía ser usado de nuevo sin importar lo que tuviera impreso, y su preferida, usar más de una grapa por paquete. Si intentaba marcharse un minuto antes lo sabrían, y por la siguiente semana doblarían su carga laboral para recuperar el tiempo que según ellos les debía.

One ShotsWhere stories live. Discover now