La prometida del millonario

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Capítulo 1

_____ se miró fijamente en el espejo a la vez que arrugaba la nariz. Cogió el maquillaje y se puso un poco más, intentando tapar los tonos morados y negros de sus ojeras.

-Estás bien, kotyonok-dijo una voz profunda, mientras su dueño la agarraba por la cintura y le besaba el cuello.

Además, la discoteca está oscura; nadie se va a fijar.

-¿Te apuestas algo?- replicó _____ con un suspiro. Era la primera vez que iba a ver a su familia y amigos desde que regresaran de Nueva York y, después de todo lo que había sucedido, sabía que iba a estar en el punto de mira de todos.

Los últimos meses le parecían un mal sueño. ¡Qué diablos!, el último año, se corrigió mentalmente. Desde que cruzo el umbral de VIC Enterprises, su vida no había sido la misma. Pero no se quejaba.

Mucho.

Cuando aceptó el puesto de asistente personal de Harry Styles, supo que iba a aprender muchísimo de uno de los empresarios de logística más influyentes del país, pero no se imaginó que se iba a enamorar de él. O que iba a ser secuestrada, pensó con aflicción mientras se aplicaba el maquillaje.

-¿Qué piensas?- preguntó Harry besándole el cuello. Inclinando la cabeza para darle más acceso, ella suspiró.

-En todo lo que ha pasado-respondió, dándose la vuelta para mordisquear su barbilla. Por lo general, la cabeza de ella apenas le llegaba al pecho pero, con tacones, podía hacerle carantoñas mientras él la abrazaba.

Harry le bajó la cremallera del vestido, y continuó besándola.

_____ gimió -Harry, vamos a llegar tarde a nuestra propia fiesta-intentó regañarle, y él colocó la mano sobre uno de sus pechos.

-Exactamente-respondió, y apretó delicadamente, antes de que su pulgar encontrara el pezón, erecto y ansioso por su roce. -Es nuestra fiesta. Que esperen.

-Teniendo en cuenta lo que pasó la última vez que alguien me esperaba en una fiesta, ¿no crees que estarán preocupados?- Con un gruñido, Harry dio un paso atrás y sacó el móvil del bolsillo.

-Quítate el vestido-le ordenó. -Ahora vuelvo-. Antes de salir del cuarto, se quedó mirando a su adorable _____. - Déjate los zapatos puestos.

Sonriendo, _____ se quitó el vestido y se dirigió a la cama. Quería haberle sorprendido más tarde con lo que llevaba puesto por debajo, pero, dadas las circunstancias, ese era un momento excelente. Al inclinarse para retirar la colcha, oyó una tos detrás de ella, giró la cabeza y vio a Harry apoyado contra el marco de la puerta. Sus ojos marrones ardían de deseo y tenía el aspecto de estar a punto de saltar sobe ella.

-Tenemos tiempo-informó, acercándose a la vez que se desabrochaba la camisa.

-Pero aún así, creo que vamos a llegar tarde.

_____ sonrió seductoramente al sentir a Harry detrás de ella. Agarrándola por las caderas, la atrajo hacia sí, y ella se restregó contra su erección.

-Qué cosas me haces, kotyonok-le dijo, admirando las vistas.

_____ llevaba un corsé de seda cruda roja y un tanga a juego, con ligueros y medias también de seda. Los Louboutins le hacían guiños con sus suelas escarlata. Al recorrer su cuerpo con las manos, sintió cómo ella temblaba con anticipación, y le cubrió los senos, apretándose firmemente contra su espalda. _____ levantó los brazos por encima de su cabeza y los colocó alrededor de su cuello, apoyándose en él.

Su gatita había crecido mucho desde la primera vez que la vio. Había pasado de ser virgen a una seductora mujer, y se sorprendía de cómo encontraba nuevas formas de excitarle. Si bien sabía que podía tener a cualquier mujer, pensó, se sentía cautivado por esta fierecilla rubia que le demostraba constantemente lo inteligente e ingeniosa que era.

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