La familia del millonario

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Capítulo 1

-¡Inocente!- gritó Ivan, levantando su copa de champán en homenaje a su jefe, Harry Styles.

-¡Inocente!- se oyó por toda la sala Casbah, junto al tintineo de vasos.

Casi todo el personal de VIC Enterprises se encontraba en Casbah, una de las discotecas más populares de San José, en California, para celebrar la inocencia de Harry tras más de seis meses de intenso escrutinio por parte del Departamento de Justicia.

Abrazando fuertemente a su esposa _____, Harry observó su copa de champán, levantando una ceja en señal de interrogación.

-Relájate- le dijo ella, propinándole un suave codazo en el costado. -Es ginger ale- añadió, acariciando su abultado abdomen.

Él la beso en la coronilla, frotándole la espalda, consciente de que había pasado mucho tiempo en pie aquel día. -¿Qué tal van las náuseas?

Ella se encogió de hombros. -Las he tenido peor, pero me estoy alimentando a base de caramelos de jengibre y menta, y parece que ayuda. Según mi tía Hannah, la indigestión se debe al pelo de los bebés.

Atragantándose con el champán, Harry se giró para mirarla y vio cómo ella sonreía.

-¿Qué?- exclamó.

Ella asintió con la cabeza y lanzó una carcajada, y él se acercó a su oído para que pudiera escucharle mejor con la música. -¿Algún otro consejo?

-Sólo que tengo que ir de visita al rancho antes de que esté demasiado gorda para conducir.

Con un resoplido, Harry dijo: -Como si te fuera a dejar conducir tan lejos sola.

Antes de que _____ pudiera responder, se oyó otro tintineo de vasos pidiendo un discurso por parte de Harry.

Mientras él hablaba, _____ se sintió agradecida de que aquellos últimos siete meses hubiesen transcurrido con tanta calma. Apenas recién casados, la joven pareja tuvo que enfrentarse al segundo secuestro de _____ a manos de nada menos que unos piratas modernos, y a una falsa acusación de contrabando que hizo que el Departamento de Justicia arrestara a Harry y éste tuviera que demostrar su inocencia.

Aunque nadie que lo conociera se había creído las acusaciones. De hecho, casi toda la compañía se había volcado con él, continuando con su trabajo con una reducción de sueldo para mantener el negocio a flote y a los clientes contentos. Gracias a su lealtad y dedicación, sólo habían perdido dos clientes, y acabaron ganando cuatro más.

_____ se quedó sin aliento al notar cómo se movían los gemelos. Acariciando su vientre, contuvo el aliento hasta que dejaron de moverse, y sonrió dirigiendo la mirada a sus futuros vástagos. Aunque siempre había pensado que tendrían hijos, preferiría haber esperado unos años, teniendo en cuenta que tomaba anticonceptivos.

No tenía ni idea de qué clase de padre sería Harry, y aunque su embarazo parecía haberle calmado en cierto modo, había empezado a mostrarse un poco sobreprotector con ella, cosa que a veces encontraba frustrante, ya que deseaba que todo transcurriera con normalidad. Lo que quiera que signifique eso, pensó. Intento de asesinato, espionaje, secuestros y contrabando - si eso era normal, le gustaría saber qué era un día inusual.

Fijando una sonrisa en su rostro, vio cómo Susan, la secretaria de Harry, y Diane, su asistente personal, se acercaban a ella. Tras sentarse cada una a un lado, ambas se agacharon y le quitaron los zapatos, para descalzarse ellas a continuación, y _____ las miró sorprendida.

-Mucho mejor- dijo Diane con un suspiro. -Ahora podemos fingir que lo hacemos para que _____ no se sienta sola.

-Amén- contestó Susan, mientras _____ se reía. -¿Qué? ¿Crees que lo hemos hecho por ti?

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