A salvo conmigo

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Caleb y Bryn

Prologo

-¿Por qué tenemos que ir a casa de papá? -Maddie pregunta en la parte de atrás de mi camioneta, cruzando los brazos pequeños sobre el pecho, sosteniendo su muñeca fuertemente y arrugando la frente.

-Porque es Acción de Gracias. -Yo respondo con paciencia. -Tu padre quiere estar con vosotras de vacaciones.

-No quiero ir. -Josie se une, imitando a su hermana gemela en la postura, y yo suspiro profundamente, frotándome las manos por la cara mientras esperando a que la señal se vuelva verde.

-Es sólo hasta el sábado. - Les recuerdo, haciendo mi mejor esfuerzo para ignorar el agujero en mi estómago. Yo tampoco quiero que se vayan. Su padre sólo las ve en vacaciones o en su cumpleaños, cuando se aparece. Por supuesto que no quieren estar con él.

Ellas no le conocen.

Cuando aparco delante de la pequeña casa de Jeff en un suburbio de Chicago, tres hombres salen corriendo por la puerta principal y se meten en un SUV negro estacionado en el garaje circular. Justo antes de salir, uno de los hombres mira hacia nosotras.

Apago el motor y hago una mueca mientras observo el vehículo ir hacia la carretera rápidamente. Mis banderas están de color rojo y volando por todo el lugar en mi cabeza.

Miro de nuevo a las chicas. -Quedaos aquí un momento mientras voy a ver si vuestro padre está listo, ¿ok?

Solo me fruncen el ceño, con los ojos de color marrón oscuros que parecen tristes y abandonados, y yo arrugo la frente de nuevo a ellas. -Dejad de hacer berrinches. Vuestro padre os quiere. Lo pasareis bien.

Ellas simplemente se encogen de hombros cuando salgo del coche y camino a la puerta principal. Miro por encima del hombro, curioso de ese SUV. Ellos podrían ser los compañeros de trabajo de Jeff, pero si ese es el caso, no voy a dejar a las niñas con él.

Jeff es un policía encubierto, y las personas con las que trabaja son desagradables, por decirlo suavemente.

Llamo a la puerta, pero no hay una respuesta, y la casa está tranquila. Llamo otra vez y suspiro profundamente. Si él no está decepcionara a las chicas de nuevo, voy a patear su culo.

Cuando aún no hay respuesta, cojo la perilla y arrugo la frente cuando la puerta se abre fácilmente. Este no es el M.O.1 habitual de Jeff. Siempre cierre las puertas, incluso cuando está en casa.

-¿Jeff? -Llamo al caminar por dentro, pero no hay respuesta, y el olor de algo caliente y metal llena mis fosas nasales.

Entro a la habitación y de pronto detengo mi paso. Jeff está tumbado en el suelo, los ojos muy abiertos, la boca abierta y una gota de sangre manaba de la herida de bala en la frente.

Oh, Dios mío.

Mi primer pensamiento es correr hacia él, para asegurarme de que está bien, pero no había sido la esposa de un oficial de policía durante cinco años para nada, y estoy con mis hijas en el coche.

Corro de nuevo al coche, enciendo el motor, coloco la marcha, saliendo del garaje, y conduciendo en la dirección opuesta a la camioneta que se había marchado antes.

¡Jeff está muerto!

-Mamá, yo pensaba que íbamos a la casa de papá. -Maddie se movió en su asiento, tratando de ver a través de la ventana trasera.

-Siéntate Mads. - Ordeno mas duramente de lo que debería, mis ojos también miran detrás de nosotras. Tengo que llamar a la policía.

-¿Dónde está papá? -Josie pregunta y las dos chicas me miran fijamente, y se que mis temblorosas manos y mi voz aguda las asusta, así que hago mi mejor esfuerzo para parecer y sonar bien. Estoy segura de que esto no está funcionando.

One ShotsTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang