[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 33 "PARTIDA DE AJEDREZ "

"Wei Qing, juega tú".
　　
"¿Yo......?"
　　
"¡Bastardo! Cómo te atreves a llamarte "yo" delante del Príncipe Heredero, no eres más que un lacayo, ¡deberías recibir una bofetada en la boca!". Inmediatamente, uno de los chicos de azul se levantó y le gritó.
　　
"Lo siento ......"
　　
"Ven aquí a jugar , y no te castigaré si ganas". Dijo Huang Ye mientras lo miraba con recelo.

El joven Guerrero, que no sabía jugar de ninguna manera, tuvo que dejar caer la mano y hacerse a un lado.
　　
Wei Qing se acercó vacilante al tablero, sin atreverse a sentarse, y miró fijamente con la respiración contenida, el tablero de ajedrez blanco y negro entrelazado, y comprobó que las piezas negras atacaban con tanta fuerza que a las blancas les quedaba poco territorio del que apoderarse.
　　
"......, Su Alteza".
　　
"Juega como quieras, no hace falta que me mires".
　　
"Sí ......." Wei Qing asintió con nerviosismo y alargó la mano para tomar unas cuantas piezas blancas, y algunas personas se rieron porque al ver sus gestos, sabían que era un pueblerino que no sabía jugar al ajedrez.
　　
Sin embargo, lo único que se oía era el sonido nítido y claro de las astillas, Wei Qing y Huang Ye eran extremadamente rápidos en el desembarco de sus piezas, y después de colocar unas cuantas piezas blancas clave, el ataque de las piezas negras se debilitó significativamente, pero las piezas blancas siguieron atascando los puntos vitales, presionando con fuerza y atacando sorprendentemente a diestro y siniestro, aunque un poco desorganizadas, pero sorprendentemente efectivas.
　　
"¡Fantástico! Estupendo!" ¡Alguien aplaudió!
　　
"Un empate". Sin necesidad de hacer el último movimiento, Huang Ye ya podía saber el final.
　　
La multitud estaba asombrada de que este sirviente joven y de aspecto inocente pudiera luchar contra el Príncipe en el tablero y empatar ¿Podría ser que fuera un genio del ajedrez?
　　
Wei Qing se mordió ligeramente el labio y no dijo nada, pues se limitaba a copiar una partida de ajedrez que había jugado el príncipe heredero una vez.
　　
Aunque algunas jugadas cambiaron a mitad de la partida, etan casi iguales, así que se limitó a copiarlas y terminó la partida.
　　
.....No lo olvidó, lo retuvo en su memoria. Después de tantos días, Wei Qing seguía recordando con tanta claridad una partida de ajedrez tan complicada, y era capaz de empatarla, sabía que no se equivocaba....
　　
Wei Qing era realmente un genio, con un gran talento natural y una gran memoria. Incluso si cambiaba algunas jugadas en mitad de la partida, era capaz de integrarse y adaptarse a la situación, y Huang Ye ya tenía una conclusión en su mente sobre quién era el mejor en el examen.
　　
Sin embargo, el empate también era punible.
　　
"Baja, arrodíllate fuera de la tienda durante una hora y luego vuelve a entrar."
　　
"Sí ......." el suelo fuera de la tienda era duro y frío, incluso arrodillarse durante media hora era bastante duro.
　　
Sin embargo, Wei Qing no se atrevió a tener la más mínima objeción, se doblegó y se retiró por la puerta de la tienda, castigándose en silencio y yendo a arrodillarse.