CAPÍTULO 49 "ASESINATO"

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Huang Ye suprimió intencionalmente esta noticia pero los ojos y oídos de la Emperatriz Viuda ya estaban al tanto, y decidieron que era una oportunidad de oro. Si el Emperador moría, Chun Yu Yao Zu, como hijo mayor, tendría que sucederlo, así que hicieron preparativos intencivos para atacar la ciudad, temprano en la mañana del día siguiente.

A medianoche, cuando el cielo estaba tan oscuro como la tinta, se iluminó una mansión de dos plantas en la residencia del Gran Principe Yao Zu.

Los sirvientes trasladaban a la cabaña las armaduras y las armas que habían recogido y las cubrían con paja, y el jefe de la guardia, al que el emperador había ordenado vigilar la conducta del príncipe, ya se había sometido a la coacción de la emperatriz viuda.

Para que, hiciera lo que hiciera el príncipe dentro, no hicieran ni una sola pregunta y, lanza en mano, actuaran como vigías, dejando pasar el viento(1).

Independientemente de lo que ocurriera fuera, Yao Zu  se quedó dentro solo para beber, ya que su esposa, sus cuatro concubinas y su hijo habían sido enviados lejos, dejándolo solo y libre de preocupaciones.

El mundo dice que beber fortalece el coraje, pero Yao Zu se tragó una botella de tinto de flor de melocotón, y su corazón seguía inquieto, así que una vez más, sacó de su bolsillo el pergamino firmado con sangre y lo examinó de cabo a rabo.

¡No esperaba que Li Qing, el Ministro de Guerra, estuviera dispuesto a ayudarle! Con una fuerza de 3.000 hombres, sería sencillo capturar al débil y vulnerable Huang Ye.

"Para pasado mañana, este príncipe sera el Emperador del Gran Yan". Yao Zu murmuró, con la boca llena de vino, sus ojos ya no estaban llenos de Huang Ye, ya no estaban llenos de su padre, sino de la majestuosa imagen de él mismo siendo coronado con túnicas amarillas y convirtiéndose en el emperador, todos los que le habían ofendido tendrían que morir sin un lugar de entierro, incluyendo a ese lindo y pequeño guardia.

"Whoosh".

El farol que colgaba frente a la puerta se estrelló de repente contra el suelo y se incendió. Había mucha leña seca apilada en el patio y los criados se afanaban en llevar agua para apagar el fuego.

Yao Zu  quitó el pestillo de la puerta y la abrió, pero sólo se atrevió a quedarse dentro del umbral. Después de mirar fuera, vio que el fuego se había extinguido por lo que estaba seguro que no había ningún problema grave, así que volvió a entrar.Justo en ese momento se percató de que ¡había alguien más en la habitación brillantemente iluminada!

El visitante está vestido de negro, con zapatos negros, con solo un par de ojos expuestos, Yao Zu  miró fijamente esos ojos oscuros con una mezcla de sorpresa y fastidio, algo en ellos le resultaba familiar, pero por un momento la tensión le invadió todo el cuerpo y no pudo pensar demasiado en ello.

"¿Quién eres?" ¿Cómo te atreves a irrumpir en la residencia de este Príncipe ?" Yao Zu gritó y sacó su espada para derribarlo, pero en un abrir y cerrar de ojos, el hombre había desaparecido...

"¿Podría ser un fantasma? ¿O fue sólo una ilusión ?" Yao Zu  estaba sudando cuando una afilada espada le atravesó la garganta por detrás, rociando con sangre de su boca y nariz por toda la mesa y apagando la luz de las velas.

El hombre de negro desenfundó su espada y observó con frialdad cómo Yao Zu caía al suelo, perdiendo poco a poco el aliento, antes de recoger el pergamino de piel de oveja que había sobre la mesa y deslizarlo en su manga.

Luego subió a la viga con su kung fu ligero y llegó silenciosamente al techo, Había gente por todas partes en el patio yendo y viniendo, y aún habia pequeños focos de incendio donde el fuego acababa de extinguirse. ¿Quién hizo tantos cumulos de paja? Temerosos de ser culpados por el Primer Príncipe, nadie notó nada extraño en la habitación del Gran Príncipe, y mucho menos notaron al asesino en el techo.

[[Amor en el Palacio]]Where stories live. Discover now