CAPÍTULO 54 "CELOS"

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Huang Ye no abandonó la corte hasta el mediodía y se dispuso a regresar a palacio. Li Deyi lo atendió, pasó el almuerzo y, tras disfrutarlo, fue al estudio imperial a leer sus papeles.

Alrededor de media hora después, Li Deyi se acercó y recordó a Su Majestad en voz baja que era hora de tomar un descanso.

"¿Dónde está Ke Wei Qing?" Huang Ye dejó a un lado su pincel de dragón azul y blanco, y tomó un sorbo del té que tenía a un lado.

"En respuesta a Su Majestad, el joven príncipe dijo que vendría a saludarlo después del almuerzo, pero fue al Palacio de la luna antes y me temo que aún no ha regresado". Li Deyi se inclinó y dijo.

Huang Ye dejó el té que tenía en la mano y dijo frunciendo levemente las cejas:  "¿Qué quiere con Yong Lin?"

"El joven príncipe me dijo que iba a ponerse al día con su viejo amigo y le pidió a este criado que buscara una botella de buen tinto de flor de melocotón y se la llevara a Su Alteza". Li Deyi lo recordaba claramente porque Ke Wei Qing había dicho que quería la cosecha más antigua y que la compraría.

"Oh." Huang Ye escuchó sin decir nada, mientras abría un memorial y lo releía. Cuando Li Deyi vio que el emperador estaba preocupado por los asuntos del gobierno, se retiró sabiamente a un lado y no molestó.

En un abrir y cerrar de ojos, había pasado otra media hora, Huang Ye cerró el libro y preguntó en voz baja: "¿No ha vuelto todavía?"

"¿Qué?" Li Deyi se quedó atónito ante la repentina pregunta, pero reaccionó rápidamente e informó: "El joven príncipe aún no ha llegado.¿Por qué no envío a alguien para que se lo recuerde?"

"No hace falta, prepara el carruaje". dijo Huang Ye, levantándose de la silla del dragón.

"Sí. ¿A dónde va Su Majestad?"

"Parto hacia el Palacio de la luna". Huang Ye dijo con frialdad, con un toque de disgusto brillando en sus ojos oscuros.

"Este servidor obedece la orden". Li Deyi no se atrevió a ser lento y salió inmediatamente a anunciar el carruaje.

La nieve había cesado y el sol de la tarde era brillante y un poco deslumbrante. Un carruaje de jade con cabeza de dragón avanzaba por el sendero cubierto de nieve fresca, el sonido de las ruedas "crujiendo" y los pasos de los eunucos sobre la nieve estaban en armonía entre sí, y se oían a lo largo y ancho de la tranquila orilla del lago de loto.

Huang Ye estaba sentado cómodamente en su carruaje real, hojeando el libro de los Nueve Misterios del Ajedrez, cuando escuchó el sonido de una risa en la distancia, ¿quiénes eran los sirvientes que se atrevían a ser tan imprudentes? Confundido por saber quién se había atrevido a comportarse de esa manera, pidió a Li Deyi que detuviera el carruaje y levantó la cortina dorada del mismo.

El gran estanque de lotos hace tiempo que está cubierto por una gruesa capa de hielo, y el Palacio de la Luna está en la orilla opuesta del mismo, junto con un pequeño y delicado puente de arco pintado de color bermellón.

Había dos figuras jóvenes, bulliciosas, que jugaban a peleas de bolas de nieve y patinaban sobre hielo bajo el puente.

El de la túnica de brocado con bufanda de visón amarillo claro era obviamente su hermano real Yong Lin, mientras Ke Wei Qing, vestido con un elegante traje de seda con las mangas empapadas remangadas, se divierte persiguiendo y luchando con Yong Lin en el hielo.

Varias veces Ke Wei Qing  tropezó con la nieve, y Yong Lin aprovechó la oportunidad para arrojarse sobre él , y los dos rodaron juntos, riendo y convirtiéndose en una gran bola de nieve a la vez ......

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