[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 86 "PREOCUPARSE"

El agotadísimo Ke Wei Qing, somnoliento, yacía en los brazos desnudos de Huang Ye, con el sonido del manantial brotando en sus oídos.

"Hay niebla ......", murmuró Huang Ye, "Todavía me gusta el invierno en Gran Yan, cuando nieva."

"Hmm ...... pero ¿por qué? Hace frío cuando nieva ......", dijo Ke Wei Qing inconscientemente con los ojos cerrados.

"Porque el paisaje es hermoso".Huang Ye abrazó a Ke Wei Qing con más fuerza y envolvió su cuerpo con una manta de cachemira. "Y, puede parecer gentil, pero hay mucho poder sorprendente en esa gentileza".

"Oh ......" Ke Wei Qing asintió con la cabeza con aparente comprensión, rozando su barbilla en el pecho de Huang Ye.

"Igual que tú, Wei Qing". susurró Huang Ye, besando su frente.

"......" Sin embargo Ke Wei Qing no respondió, y cayó en un profundo sueño en el cálido y fuerte abrazo.

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Una niebla matutina de color blanco lechoso envolvía el palacio real de Lingquan, y un alto muro aparece y desaparece en la elegante niebla, extendiéndose en la distancia, Ke Wei Qing, vestido con una camiseta blanca como la nieve, se asomó a la ventana y observó la niebla que se extendía por el jardín.

Una mano golpeaba de vez en cuando su espalda dolorida,no recuerda cómo volvió anoche, cuando se despertó, ya estaba tumbado en la cálida cama de dragón, cubierto con una suave colcha de brocado.

Huang Ye no está en la cama, debe haber ido a la corte, Ke Wei Qing cubrió su cara con la colcha, todavía podía oler el aroma almizclado, y su corazón no pudo evitar latir dos veces más rápido.

......En su interior siente que si sigue siendo consentido de esta manera, olvidará por completo su propia identidad y se involucrara seriamente con Huang Ye.

Pero es un esclavo, un súbdito, no alguien que pueda estar al lado del emperador y estar con él.

Desde la antigüedad, hay diferencias entre gobernantes y súbditos, no podía olvidar su propia identidad y dañar a Huang Ye sólo por un momento de calidez ......

Ke Wei Qing respiró hondo y se obligó a recomponerse. Abandonó el calor de su cama y trató de cambiarse de ropa, pero descubrió que sólo tenía puesta su ropa profana.El hecho que no había asistido al tribunal de la mañana de hoy ya era suficiente para hacer pensar a la gente, pero si salía de su alcoba sólo con sus ropas profanas, ¡los rumores volarían!

Ke Wei Qing sólo pudo quedarse en su habitación, abriendo la ventana y dejando que la fría brisa refrescara su febril mente.

"Todavía me gusta el invierno en Gran Yan, cuando nieva....", Ke Wei Qing recordó lo que le susurró Huang Ye cuando le abrazó ayer por la noche.

Recordando que le había preguntado por qué le gustaba la nieve, ¿qué había dicho Huang Ye, que la nieve tiene hagallas? ¿La nieve es hermosa? No podía recordarlo......

Qué maravilloso sería poder transformarse en nieve. Ke Wei Qing pensó con cariño: "¡Al menos, eso es lo que Huang Ye anhelaba!

"¡Su Majestad ha llegado!" De repente, el anuncio del eunuco resonó desde la puerta hasta el salón interior.

En el patio, el carruaje imperial dorado se había detenido, pero la niebla era tan sorprendentemente espesa que ni siquiera lo notó.

Ke Wei Qing estaba demasiado desaliñado como para salir a saludarlo, y estaba algo aturdido cuando Huang Ye entró, seguido por una sirvienta con una caja de ropa.

"¿Por qué no te quedas en la cama en un día tan frío? En el momento en que Huang Ye vio la delgada ropa de Ke Wei Qing, frunció el ceño.

"Se está haciendo tarde ......" Ke Wei Qing bajó la cabeza, y sólo entonces sintió el frío en todo su cuerpo.