[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 34 "ADOPCIÓN"

Después de arrodillarse ante la puerta de la tienda durante media hora, tenía las rodillas agarrotadas, las pantorrillas acalambradas y le dolía como si lo hubieran golpeado, pero Wei Qing apretó los dientes, sin atreverse a decir la palabra "dolor".
　　
"¡Gran jugada! ¡Excelente movimiento!"

De vez en cuando, el sonido del Príncipe riendo y bromeando con los otros adolescentes llegaba desde detrás de la cortina, y Wei Qing se sintió aún más desconsolado odiando ser analfabeta.
　　
Al cabo de un rato, los jóvenes superaron la prueba uno a uno y se marcharon animados.
　　
Pasó otra media hora antes de que Wei Qing se levantara, apoyándose en el suelo embarrado, Ya eran las doce y cuarto, así que era hora de servir la comida al príncipe.

Wei Qing no se atrevió a demorarse en arreglar su atuendo y lavarse las manos antes de entrar en la tienda del Príncipe Heredero, y estaba a punto de presentar sus respetos cuando un eunuco entró para anunciar que el Príncipe de la mansión Ke, Ke Xian, había llegado, y que llevaba dos mujeres con él.
　　
No tuvo que pensarlo, supo que eran la Princesa y la Princesa del Condado. Al ver esto, Wei Qing trató apresuradamente de escabullirse para no encontrarse con la familia del Príncipe y ser identificado.
　　
Pero el Príncipe lo detuvo:"Quédate".
　　
"Pero yo, no, este sirviente tiene que ir a preparar la comida".
　　
"Hay muchos sirvientes para hacer eso, tú sólo sírveme". Huang Ye le dirigió una mirada y dijo sin rechistar:
　　
"Sí ......." Wei Qing tuvo que quedarse de pie detrás de Huang Ye con la cabeza gacha. Al poco rato, entró el príncipe Ke, seguido de cerca un par de madre e hija que parecían haber sido talladas del mismo molde.
　　
"¡Saludo a Su Alteza Real! ¡Le deseo a Su Alteza todas las bendiciones y buena salud!"
　　
El Príncipe Ke era el tío de Huang Ye en términos de antigüedad, pero su estatus era muy inferior, asi que se arrodilló y e inclinó, aunque Huang Ye había dicho que estaba excusado, lo hizo igualmente.
　　
La princesa y la princesa del condado también se inclinaron juntas, ambas ataviadas con magníficos vestidos de palacio hasta el suelo, con horquillas de fénix doradas en la cabeza y joyas adornando sus dedos.
　　
"Por favor, siéntense, tío y tía, todos somos familia, ¿por qué ser tan formales?" Dijo Huang Ye con una sonrisa.
　　
Había oído que el actual Príncipe Heredero, Huang Ye, era un témpano de hielo, poco sonriente, frío y duro, pero ahora que lo trataba de forma tan cortés, Ke Xian se alegró, por supuesto. Se inclinó y le agradeció el regalo, y luego tomó asiento en el muelle de brocado que le había traído el criado.
　　
Pero al sentarse, miró al criado durante unos instantes. Vio que el chico era guapo, con sus bonitas cejas y su cara y labios rosados, pero le resultó familiar, como si lo hubiera visto antes.
　　
Pero si lo hubiera hecho, sólo sería en el teatro al que iba a menudo, pero nunca había visto uno con una cara tan decente. Tal vez sólo estaba siendo paranoico.
　　
La princesa Shuolan estaba muy concentrada en el Príncipe Heredero. Ella era subalterna y prima del príncipe, por lo que tenía que permanecer de pie según las normas de palacio, pero se alegró de hacerlo, temiendo que Huang Ye no la viera. así que permaneció erguida con la cabeza alta y sacando pecho, y sus ojos redondos miraban de vez en cuando a derecha e izquierda, enviándole miradas.
　　
Huang Ye invitó al príncipe, a la princesa y a su prima Shuolan a unirse a él para tomar una taza de té Longquan y pasteles imperiales, y Shuolan se inclinó y dijo con delicadeza: "Gracias, Alteza, por su hospitalidad".
　　
Tras los saludos habituales, Huang Ye retomó sus palabras: "Para ser sincero, tengo que pedirle un favor a mi tío".
　　
"Su Alteza, si hay algo que necesita que haga , por favor sólo pídalo, ¡Atravesaré el fuego y el agua(1), ¡Haré lo que sea!" El Príncipe dijo eso, pero en el fondo se preguntaba, ¿qué podía hacer para ayudar al Príncipe Heredero? Después de todo acababa de conocerlo ¿Podría ser que, al igual que su suegro Zhao Guowei, quisiera pedir unos cuantos caballos del Valle del Río Zhuque?
　　
"Tío, no quiero que te rías de mi , no hace muchos días que estoy en el Valle del Río Zhuque, pero ya tengo a alguien en mi corazón....."
　　
Al escuchar las palabras del príncipe, los ojos de Shuolan se abrieron de par en par y sus mejillas regordetas se sonrojaron, ¡Dios mío! ¿Tales comentarios audaces y explícitos no se dicen solo en el momento de la propuesta de matrimonio?
　　
Incluso el Príncipe Ke estaba muy sorprendido, pensando, ¿podría ser que su hija y el príncipe ya se habían enamorado cuando se vieron en el banquete la última vez?
　　
La princesa heredera no podía dejar de mirar al príncipe y luego a la princesa, y su expresión de alegría era evidente.
　　
"Si el corazón del príncipe heredero está en el lugar correcto, ¿por qué no lo dice?" La princesa se impacientó e insistió: "¡Tu tío y yo nunca nos opondríamos!"