[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 84 "EL ASESINATO DE LA EMPERATRIZ VIUDA"

Mientras llovía a cántaros, una niebla se levantaba del camino de arcilla roja que conducía a la puerta trasera del Palacio Jinyan.

Sola, con su paraguas de hule y su capa gris, la consorte Lan atravesó las puertas ocultas del palacio, pisando el camino que casi se había convertido en un pequeño río, hasta el jardín imperial del oeste, un pabellón de lotos que, en esta época de lluvias otoñal, nadie visitaría.

Las gotas de lluvia cayeron sobre el estanque de loto verde oscuro, levantando numerosas ampollas, al igual que la "esperanza" en el corazón de Shuolan, que no tardó en aparecer y en esfumarse.

Ayer por la noche, recibió otra carta secreta de su madre, diciendo que el asesinato de Ke Wei Qing había sido un fracaso y como el esclavo de la familia ya no estaba en contacto con ella, es probable que haya muerto.

A Shuolan le preocupaba mucho que pudieran revelar su secreto, aunque su madre le había asegurado en repetidas ocasiones que eso era imposible, que los tres habían jurado servir a la familia real y que las vidas de sus esposas e hijos estaban en sus manos.

Pero, ¿qué había que hacer? ¿Debería Ke Wei Qing salvarse así? Shuolan quería ver a su madre, así que le escribió una carta y le pidió que se reuniera con ella aquí mañana por la tarde.

Pero ella esperó y esperó, pero nadie vino. Justo cuando empezaba a entrar en pánico, ¡apareció la Emperatriz Viuda Sun! ¡Y estaba sola, sin ninguna criada!

"¡Saludo a la Emperatriz Viuda"

A pesar de su desconfianza, Shuolan fingió estar tranquila y se inclinó. Aunque la emperatriz viuda Sun había perdido su sello de fénix, seguía sentada en el trono de la emperatriz viuda y era la jefa nominal del harén.

"¡Lan'er! ¿Por qué estás aquí sola?" La Emperatriz Viuda Sun no se excusó, sino que preguntó.

"Quería ver el loto de la lluvia y no quería encontrarme con la Emperatriz viuda por casualidad". Shuolan sonrió de forma encantadora, mostrando un gesto inocente, pero en su interior pensaba que era una suerte que su madre no hubiera llegado aún, o se habría topado con ella aquí y habría sido difícil de explicar por un momento.

Porque aunque la princesa Ke quisiera ir a palacio a visitar a su hija, habría tenido que pedirle a la emperatriz viuda sus deseos, pero por supuesto no se lo habría impedido, sólo que este encuentro privado no era algo que Shuolan quisiera que supiera.

"Lan'er, ¿todavía vas a hacerte la tonta?" La Emperatriz viuda Sun miró de arriba abajo el atuendo tan diferente de Shuolan, "¡Lan'er!" Le pregunto, "¿es cierto que se ha unido a la Princesa Heredera Ke para conspirar en secreto contra el General Ke?" Cuando la Emperatriz Viuda Sun vio a la disfrazada Shuolan, entendió un poco, pero aún así preguntó con la cabeza de forma directa.

El cuerpo de Shuolan se estremeció ante sus palabras, como si la lluvia cayera sobre su cuerpo, y preguntó con los ojos almendrados muy abiertos, braceando: "¿No entiendo lo que quiere decir la emperatriz viuda?"

"¡No lo niegues, esta es la prueba que me dio Chun Mei! La emperatriz Sun sacó un pañuelo de su manga y dos cartas, ambas arrugadas y empapadas por la lluvia.

"¡¿Esto......?!"

Se trataba de una ficha bordada para ella por su madre, el pájaro representaba a Ke Wei Qing y el niño con la honda representaba al asesino, el pañuelo de brocado sí se había perdido, Shuolan lo había buscado pero no creía que se lo hubiera robado Chun Mei, ¡la sirvienta zorra!

Podía negar el pañuelo, pero sería difícil negar la correspondencia. Todo estaba escrito de su puño y letra,le había pedido a su madre que disfrazara a los esclavos de su casa como soldados del Gran Yan para acompañar al ejército en la guerra y esperar una oportunidad para asesinar a Ke Wei Qing.