[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 127 " TRATO INDULGENTE"

Tras el comienzo del invierno, el cielo siempre está sombrío, y hoy también ha nevado copiosamente por la tarde, lo que ha oscurecido aún más el palacio, y la gente estaba en vilo.

El Emperador no sólo asistió hoy a la corte matutina, sino también a la vespertina, e incluso con la intensa nevada, los cortesanos acudieron al palacio en sillas de manos y a caballo.

La rebelión del clan del Pájaro Brujo no ha tenido seguimiento hasta ahora. El líder de los bandidos, Ke Wei Qing, ha dado a luz a otro hijo real, y su estatus es diferente al del pasado y todos se sienten abrumados sobre cómo condenarlo.

Se dice que el corazón del emperador es impredecible, y nadie quiere enfurecerlo y que le corten el título o lo degraden, pero el Estado tiene sus leyes y la familia sus reglas, y las leyes del Estado están por encima, así que no podemos ignorarlas cuando sabemos que hay rebeldes en palacio, ¿verdad?

Tanto los funcionarios como los generales militares, así como los patriarcas del gabinete, eran leales a Huang Ye, y sabían que era necesario recordarle al monarca la necesidad de aplicar el castigo correcto a Ke Wei Qing.

No había forma de escapar a la pena de muerte, ¿y si hubiera dado a luz a un hijo real? ¿Podría eliminarse aún el delito de rebelión? En el peor de los casos, se le daría un Ling Chi(1), y no sería ejecutado de inmediato. Sin embargo, todo el mundo podía ver que el emperador no tenía intención de ejecutar a Ke Wei Qing, de lo contrario no habría pronunciado la palabra "castigo" después de tantos días. ¿Qué deben hacer?

Esta patata caliente fue lanzada desde el Ministerio de Justicia al Ministerio de Funcionarios, que la lanzó a la Cancillería, pero Jia Peng no fue estúpido, no sólo no la aceptó, sino que señaló que el caso debía ser examinado por el Ministerio de Justicia, así que dio una vuelta en círculo y volvió al punto original.

"Lord Canciller". Un viejo príncipe, desde la distancia, saludó a Jia Peng con un arco de la mano, envuelto en una gran capa roja: "¿Cómo has estado?"

"Bien. ¡Su Majestad, estoy bien!" Jia Peng devolvió el saludo con una sonrisa. Los dos dijeron algo sobre lo auspicioso de la nieve invernal y luego llevaron el tema al caso del Clan del Pájaro Brujo, y Jia Peng estaba a punto de decir algo cuando un palanquín cubierto de rojo llegó de repente.

"¡Es Ke Xian!" Alguien con ojo avizor vio salir de la rueda al príncipe Ke, vestido con el uniforme de la corte de tercer rango.

"¿Qué hace él aquí? Qué movimiento tan extraño". El viejo Príncipe parecía murmurar para sí mismo, desde el crimen de Ke Wei Qing, Ke Xian había recibido la orden de recluirse en su casa para reflexionar, ¡quién le permitía enseñar a un hijo tan pecador!

Para ser honesto, el emperador no confiscó directamente la casa del Príncipe Ke, lo que ya era una gran bondad,presumiblemente por el bien de la cara de la Consorte Lan. Ahora que ha acudido a la corte, ¿está suplicando al emperador que absuelva a Ke Wei Qing de sus crímenes? ¿O está aquí para recoger el cuerpo de su hijo rebelde?

Jia Ou especuló en su corazón que iba a decir que instaría al emperador a castigar a Ke Wei Qing hoy, pero ahora mantuvo la boca cerrada.

Fuera nevaba y hacía viento, pero dentro de la Sala Xuanzheng hacía calor y brillaba la luz. El mobiliario de este lugar, fuera la hora que fuera, era glorioso y rico, lleno de la majestuosidad del Gran Imperio Yan.

El Emperador, vestido con una túnica dorada de dragón, se sentó majestuosamente en el trono. Sus ojos oscuros y afilados barrieron al centenar de funcionarios que se encontraban bajo él, y el ambiente de la sala se volvió aún más solemne.

"Todos ustedes, por favor, de pie" La voz de Huang Ye era alta y pausada, y la sala era tan alta y abierta que los ecos temblaban ligeramente, estremeciendo los corazones de todos los cortesanos.