[[Amor en el Palacio]]

CAPITULO 63 "COMPAÑERISMO"

La luz de la luna brillaba silenciosamente sobre los establos al este del campo de entrenamiento, y el reflejo en el abrevadero creaba la imagen de una media luna, creando un ambiente tranquilo y sereno.

A Ke Wei Qing le encanta acudir a los establos, no sólo para elegir los caballos para los jinetes, sino también para trabajar con los mozos de cuadra para dotar a los caballos de cascos de hierro, de modo que puedan ser tan rápidos como un rayo sin miedo al terreno accidentado.

En el pasado, Ke Wei Qing había realizado mejoras en los arreos de los caballos, reemplazando las pesadas sillas de montar de cobre por otras de hierro refinado, añadiendo adornos de cuero para hacerlos más ligeros y flexibles.

Los armamentos de los soldados también habían sido modificados: las grandes lanzas habían sido reemplazadas por espadas de hierro y los escudos eran atados a los brazos en lugar de ser sostenidos en la mano. Esto permitía a los soldados protegerse y atacar con mayor facilidad a sus enemigos.

Gracias a estas mejoras, el equipo de caballería de Ke Wei Qing se veía imponente durante los entrenamientos, aniquilando rápidamente a los "enemigos" y obteniendo victorias aplastantes.

Cuando Ke Wei Qing llegó a este lugar familiar, rápidamente notó la diferencia en comparación con los días anteriores. O más bien, su mirada fue completamente atraída por un caballo rojo atado al poste.

Era un corcel de un rojo carmesí, reluciente como una piedra preciosa, con la cabeza erguida y una melena espesa. Su cola era gruesa y exuberante, mostrando fuerza y majestuosidad.

Sus ojos eran negros como la noche, brillando con una mirada penetrante. Aunque solo era un caballo, cuando lo miró, una sensación de escalofrío se apoderó de su corazón.

"¿Este es ......?" En cuanto Ke Wei Qing se acercó, el caballo rojo relinchó y sus cascos pisaron con fuerza el suelo, como si estuviera listo para enfrentarse en una batalla.

"Está bien, no te haré daño ......." Ke Wei Qing dijo suavemente y se acercó lentamente, acariciando la crin del cuello cuando el caballo rojo gruñó dos veces y realmente cedió.　

"¡Wow! Eres increíble". Qing Yun exclamó, hablando del origen del caballo: "Por orden del Emperador, tuve que encontrar un un caballo de sangre pura para que lo uses. Pero recorrí todas las ciudades de esta zona y no encontré un buen caballo, excepto este. ¡Me atrajo a primera vista!"

"¿Dónde lo compraste? Fue muy caro, ¿no?" Ke Wei Qing preguntó sorprendido, cómo podía alguien desprenderse de un caballo así para venderlo.

"La obtuve de algún lugar, y no fue costoso". Qing Yun sacudió la cabeza: "Los huesos, el pelaje y la velocidad de carrera de este caballo son magníficos, pero es difícil de domar. El vendedor dijo que no importaba cuánto lo entrenaran, no obedecía órdenes, y que era peor que un burro tirando de un molino de piedra, así que lo vendieron barato. Pero si supieras cual es la familia que lo vendio, te sorprenderías".

"¿Cual fue?" La atención de Ke Wei Qing estaba ya plenamente centrada en su caballo, y las palabras de Qing Yun no fueron escuchadas con atención.

"¡Pueblo de Yongqing, en la mansión de la familia Ke!" dijo Qing Yun alargando intencionalmente el tono de voz.

"¡Ah!" Esta vez, Ke Wei Qing quedó realmente sorprendido.

"No te sorprendas tanto. Sinceramente, ¿en qué lugar del mundo habría tantos sementales si no es en el corral de caballos de la residencia del príncipe Ke?. Trabajaste en su casa cuando eras un niño, así que sabes lo buenos que son sus caballos, ¿no? ¡Ah! No quise decir eso. Quiero decir que solías ......"