[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 80 "LADRÓN"

"¡Pero ......!" Ke Wei Qing quiso decir algo más, pero no pudo evitar cerrar la boca porque Yonglin extendió de repente la mano para tocar sus labios.

"Además, si es por ti", las yemas de los dedos de Yong Lin tantearon suavemente el interior de los labios bermellones, "aunque signifique perder mi cabeza, este principe no tiene miedo".　

"¿......?"Los ojos de Ke Wei Qing se abrieron de par en par, como si estuviera sorprendido de conocer a Yonglin por primera vez.

"¿Te he sorprendido?" Yong Lin retiró suavemente sus dedos y luego acarició el pelo negro de Ke Wei Qing: "Pequeño, a tus ojos, ¿el emperador es el único?"

"Su Alteza, como súbdito, sirvo al Emperador y naturalmente también le serviré a usted ......", Ke Wei Qing dijo la verdad, ambos eran de la realeza y tenía que servir a la familia real.

"Pequeño, en algunos aspectos, todavía no has crecido". La sonrisa de Yong Lin se intensificó, y luego dijo: "Vuelve a Gaizhou conmigo".

"¿Por qué?" Ke Wei Qing no pudo evitar preguntar a su vez.

"Gaizhou no es tan próspera como la Ciudad Imperial, pero sigue siendo una tierra rica y pacífica. No te trataré mal, y mucho menos te insultaré como a mi hermano imperial" Yong Lin no contestó directamente a Ke Wei Qing, sino que preguntó en tono sincero: "¿De acuerdo?"

"Este ...... debes saber que voy a salir a conquistar Lingquan y no puedo salir de la capital sin permiso ahora". Ke Wei Qing no se olvidó de la guerra que se avecinaba y dijo.

"Entonces le pediré a mi hermano imperial que cancele la orden militar, hay tantos generales militares en la corte, ¿por qué tiene que pedirte que vayas a la guerra?" Yong Lin estaba muy inquieto porque Ke Wei Qing estaba atrapado en el campo de batalla.

"Príncipe, hay un dicho que dice que las órdenes militares son como las montañas, ¿cómo se pueden cambiar de la noche a la mañana?" Ke Wei Qing frunció el ceño en señal de desaprobación: "Estoy dispuesto a ir a la guerra por el bien del Gran Yan".

"Eres muy terco". Yong Lin alargó el dedo y le dio un golpecito en la frente a Ke Wei Qing: "Después de todo, todavía no quieres venir conmigo, ¿verdad?"

"Príncipe, ¿por qué tienes que elegirme a mí?" Ke Wei Qing sintió dolor en la frente y dijo incrédulo: "Como has dicho, hay muchos generales militares en la corte, cualquiera de ellos puede protegerte".　

"Jeje". Yong Lin sonrió y volvió a negar con la cabeza: "¡Pero sólo tú, tú eres mi 'pequeño'Mientras prometas venir conmigo, no creo que el Emperador pueda impedirlo".

"Yo ......" Ke Wei Qing estaba a punto de hablar cuando alguien empujó la puerta y entró, y se dirigió directamente a la cama.

"Señor Wang, el té que pidió está listo, se lo subiré". La mujer que hablaba llevaba un vestido de bata rosa y tenía un aspecto delicado, por lo que no se podía adivinar su edad.

"¿Señor Wang?" Ke Wei Qing miró a Yong Lin y le preguntó: "¿Esto es ......?"　

"Es un lugar para que la alta burguesía se divierta sin restricciones ni dolor". La mujer intervino con una sonrisa: "Me llamo Liu Susu y soy la dueña de esta Casa de las Flores Borrachas".

"¿Casa de las Flores Borrachas?" Ke Wei Qing nunca había oído hablar de ello y no pudo evitar sentirse un poco confuso.

"Aiyo, digo, Sr. Wang, ¿dónde encontró a este niño? Qué bonito". Mirando al joven en la cama, se sorprendió de que ni siquiera conociera el famoso burdel y pabellón número 1 de Gran Yan, dijo Liu Susu con sorpresa y diversión a la vez.