[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 77 "REENCUENTRO CON YONG LIN"

El carruaje recorrió a buen ritmo el camino empedrado de ladrillos cuadrados, todavía era de madrugada y no había mucha gente en las calles.

Ke Wei Qing sujetó la parte delantera del carruaje y se bajó.Frente a la Corte de Qingchun, la mansión para recién casados comprada por el Palacio Ke

Bajo el alero de la casa, que tenía tallada una bestia con cuernos, había un gran farol rojo de doble felicidad que colgaba.

Sin embargo, frente a la gran entrada, había un aviso de incautación por parte del gobierno.

La razón fue que en su día fue propiedad del rebelde Zhao Guowei, por lo que fue confiscada por la corte.　

Al ver este aviso, Ke Weiqing suspiró con indiferencia.Con semejante fiasco, el Palacio Ke no sólo había perdido prestigio, sino también mucho dinero. Había sufrido una gran pérdida.

Se dice que el emperador incluso ha echado un vistazo a todas las propiedades y campos de la familia Ke, y que cualquiera que haya tenido alguna relación con Zhao Guowei, aunque sólo sea un indicio, será confiscado y decomisado.

Fue un gran golpe para la Casa del Príncipe Ke, que sólo se había enriquecido gracias al patrocinio de Zhao Guowei, y a Ke Wei Qing le resultaría mucho más difícil llevarse bien con ellos en el futuro.

Mirando los grandes trozos rojos de petardos esparcidos por los escalones frente a la puerta, Ke Wei Qing se sintió culpable por no haber sido lo suficientemente firme para hacer que este matrimonio se celebrara.

Pero abogar por el Palacio Ke sólo daría lugar a un castigo aún más pesado y despiadado por parte del Emperador.

Y cuando pensó en lo injurioso que había sido bajo el cuerpo de Huang Ye todos estos días,no pudo pensar en nada más.　

En lo más profundo de su alma, algo parecía resquebrajarse y ya no podía ser reparado.......

Ke Wei Qing permaneció en la alcoba de Huang Ye durante doce días antes de poder marcharse.　

Los primeros cinco días los pasaron haciendo el amor bajo la compulsión de Huang Ye.Durante los siete días siguientes, estuvo postrado en la cama debido a las molestias.　

Incluso si hubiera estado dirigiendo un simulacro de ejército, no habría descansado durante siete días completos antes de tener las fuerzas necesarias para levantarse.

Esto, a su vez, hizo que Ke Wei Qing se sintiera inmensamente avergonzado. Cada vez que Li Deyi y Beidou venían a servirle, mantenía la cabeza baja, incapaz de hablar con ellos cara a cara.

Aunque su actitud era la misma de siempre, seguían llamándole educadamente Señor Ke.Pero fue la forma en que todos actuaron como si lo dieran por sentado lo que lo hizo aún más inaceptable.　

¿Cómo es posible? Todos aceptaron el hecho de que era el favorito de Huang Ye, y algunos incluso tenían miradas alentadoras y envidiosas en sus ojos.

Su vida también había dado un vuelco. No sólo los funcionarios civiles y militares empezaron a hacerle favores, sino que incluso algunas de sus concubinas acudieron a su puerta para saludarle.

Ke Wei Qing ya no quería vivir en el Palacio Ganquan, pero si no lo hacía, ¿a dónde podía ir? Incluso la biblioteca de estudio era un lugar al que el Emperador acudía con frecuencia.

Entonces el único camino era salir del palacio.

Ke Wei Qing alquiló un carruaje y llegó a la mansión antes del amanecer, no porque quisiera vivir en ella, sino sólo para echar un vistazo.