[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 78 "ENFADADO"

Cuando Ke Wei Qing le dijo esto a Yong Lin, éste sonrió y preguntó a su vez: "¿Soñaste conmigo? Este Príncipe está muy. Feliz ".Ke Wei Qing dijo con una mueca de vergüenza: "No, no es eso".

Sin embargo, fue un placer hablar con Yong Lin, y fue muy agradable rememorar el pasado, sobre todo cuando Yong Lin contó muchas historias interesantes sobre su época en el feudo. Resultó que todavía iba por la ciudad disfrazado, como lo hacía cuando era niño, para conocer a la gente local y tener el gusto de ser un plebeyo.

Fue tan feliz que el rostro de Ke Wei Qing no pudo evitar mostrar una ligera sonrisa

De las mejillas de Ke Wei Qing se estaban ligeramente sonrojadas por el vino que había bebido, emergieron dos tenues matices de rojo, que acentuaban la blancura de su piel y el enrojecimiento de sus labios, más bellos que los de una mujer.

"¿Tanto te gusta esta obra?, ¿Qué es? ¿Qué te hace tan feliz?" preguntó Huang Ye, incapaz de apartar la mirada por un momento.

"¿Qué? No ......" Ke Wei Qing estaba observando las acrobacias de escupir fuego y tragar espadas en el escenario, y no pudo evitar responder, "Estaba pensando en el Príncipe Mu Ren"

"¿Por qué piensas en él?" Al ver que Ke Wei Qing se aferraba a Yong Lin con tanta facilidad, Huang Ye se sintió infeliz.

"Es bueno que haya vuelto, hacía mucho tiempo que no le veía y lo he echado mucho de menos". Ke Wei Qing respondió con una leve sonrisa.

"¡Ke Wei Qing! ¿Cómo te atreves?" gritó Huang Yeen voz baja, casi aplastando la copa de oro en su mano.

"¿Qué, Su Majestad?" Ke Wei Qing giró la cabeza sorprendido, su expresión relajada y feliz desapareció sin dejar rastro. En el rostro extremadamente apuesto de Huang Ye, había una ira ardiente que se extendía, y nubes oscuras se acumulaban bajo sus ojos.¡pareciendo que una rabia atronadora estaba a punto de caer!

Y Ke Wei Qing que no tenía ni idea de lo que había hecho para ofender al emperador no pudo evitar sentir pánico y confusión.

"Levántate". dijo Huang Ye, bajando la voz un poco más.

"Este siervo ......" Ke Weiqing se apresuró a dejar la copa de vino que tenía en la mano, se puso de pie y luego trató de arrodillarse y disculparse.

"¿Quién te dijo que te arrodillaras?" Sin embargo, Huang Ye lo agarró del brazo y lo levantó bruscamente. Li Deyi se acercó y le preguntó al emperador con voz suave si quería volver a palacio.

"No, voy a salir a tomar aire fresco". Huang Ye hizo un gesto a Li Deyi para que se fuera, mientras los príncipes estaban tan cautivados por las emocionantes acrobacias en el escenario que ni siquiera se habían dado cuenta de lo que ocurría en el fondo.

"Su Majestad, ¿en qué me he equivocado ......?" Ke Wei Qing bajó deliberadamente la voz y preguntó, pero no pudo ocultar la inquietud que sentía en su interior.

"¡Cállate! Ven conmigo"dijo Huang Ye, en cuanto tiró del brazo de Ke Wei Qing y lo alejó del banquete.Uno tras otro, los dos atravesaron una puerta dividida de madera de brezo tallada hasta el porche del Pabellón del Lago.

El amplio lago estaba cubierto por una gruesa capa de hielo, y la nieve se había acumulado densamente en las barandillas, y el sol brillaba por todas partes con una luz blanca y resplandeciente.

"Este sirviente implora al emperador que perdone sus pecados".

Ke Wei Qing se puso delante de una valla bermellón e inclinó la cabeza, esperando que Huang Ye calmara su ira.

Si discutieran aquí, alertarían a los nobles que estaban bebiendo y viendo el espectáculo en el interior

"¿Qué, ahora sabes que te equivocas y no lo mencionas más?" Huang Ye dijo con frialdad, y al igual que la mirada confusa de Ke Wei Qing, Huang Ye se preguntaba en su propia mente por qué se enfadaba tan fácilmente.